2 pechugas de pollo, 10 tortillas de maíz, 1 palta, 1 tomate, 1/2 cebolla morada, 1/2 cebolla blanca, 1 diente de ajo, 1/2 taza de crema ácida, 1/4 de taza de queso fresco molido, 1 taza de aceite vegetal, 1/2 cucharada de sal.
Cueza el pollo: 2 pechugas póngalas en una cacerola y agregue 1/2 cebolla, 1 diente de ajo y el agua suficiente para cubrir las pechugas de pollo y 1/2 cucharada de sal.
Hierva el agua de la cacerola a fuego alto. Cuando hierva tape la cacerola y deje el pollo cociendo en el agua hirviendo por unos 20 minutos, hasta que esté bien cocido.
Corte 1 tomate en rodajas, después reserve. Corte finamente 1/2 cebolla morada, al finalizar reserve. Ponga un poco del pollo que deshebró en cada una de las 10 tortilla de maíz que calentó.
Enrolle todas las tortillas como tacos y ciérrelas con unos palillos de dientes; al finalizar reserve.
Vierta en una sartén aproximadamente 1 taza de aceite vegetal, de tal manera que tenga una capa de aceite de unos 1½ cm de altura. Caliente el aceite de la sartén a fuego alto.
Ponga en la sartén los tacos de pollo que preparó (solo los que quepan) y fríalos por unos 2 minutos empezando por el extremo donde se cerró la tortilla, hasta que estén medianamente fritos; gírelos regularmente con unas pinzas.
Los tacos se empiezan a freír por el extremo donde se cerró la tortilla para que se sellen y así se previene que se salga el relleno. Pase de la sartén a toallas de papel con las pinzas, los tacos dorados de pollo para que se sequen y se absorba el exceso de grasa.
Retire el palillo de dientes de los tacos dorados de pollo, después reserve. Repita el mismo procedimiento con los tacos de pollo que faltaron de freír, no va a ser necesario que agregue más aceite vegetal.
