4 lt de leche, ¼ cdta de cuajo en polvo, 1 cda de sal. Disolver el cuajo en 1/8 de taza de agua fría y reservar.
Entibiar la leche hasta llegar a los 32° y retirar del fuego. Agregar el cuajo disuelto revolviendo suavemente con una espumadera por aproximadamente 3 minutos. Dejar reposar por 1 horas o hasta que la leche tenga una textura aflanada, realizando un corte al centro para verificar la textura.
Cortar la cuajada de modo que quede como una cuadrícula de 2x2 cms. Es muy importante utilizar un chuchillo del largo suficiente para que llegue hasta el fondo de la olla. Revolver suavemente con la espumadera por 15 minutos.
En un colador para pasta, cubierto con un paño fin de género, filtrar la cuajada sin revolver ni agitar. Una vez que hemos escurrido todo el suero, abrir el género y agregar la sal, revolviendo suavemente con las manos para distribuir de manera homogénea.
Si fuese necesario, volver a escurrir con las manos. Repartir la cuajada en moldes perforados, si no tenemos, podemos formar el queso fresco en un colador plástico muy limpio. Una idea es utilizar vasos desechables previamente perforados.
Dejarlos por lo menos 3 horas con algo de peso encima, lo suficiente para que drenen bien, pero que no los deforme. Es ideal dejarlos reposar así durante un día.