4 pescadas (nombre en Chile de la merluza chica), 2 limones, 1 cdta de orégano, 1 diente de ajo rallado finamente o molido, 1 lata de cerveza, 1 tz de harina, a lt de aceite de maravilla, 2 tomates maduros, 1/ cebolla morada, 6 ramas de cilantro, 1 ají verde, 4 marraquetas, sal y pimienta.
Comprar las pescadas listas para la fritura; vienen abiertas como un libro, sin la cabeza ni las espinas, pero mantienen la cola, que queda crocante y deliciosa. Poner en una fuente y marinar con el jugo de 1 limón, algo del ajo, un poco de orégano, sal y pimienta. Dejar reposar unos 10 minutos para que se impregnen de sabores.
En un bol poner la harina y agregar poco a poco la cerveza batiendo con un tenedor o batidor para que no se formen grumos. Al terminar de verter toda la cerveza se obtendrá un batido semiespeso; la proporción es simple y perfecta para que quede una fritura que mantendrá por mucho rato su crocancia.
Añadir al batido algo de sal, pimienta, roégano y ajo, mezclar bien. Calentar el aciete en una sartén grande y profunda. Mientras el aceite se calienta, cortar los tomates en 8 gajos cada uno sin piel, cortar la cebolla en pluma, el ají verde en aros y picar el cilantro.
Mezclar todo en un bol y aliñar con aceite y sal. Esta última hará que el tomate largue mucho jugo, que usaremos para mojar la miga del pan. Cuando el aceite esté bien caliente, sumergir de a dos las pescadas que estaban marinando en el batido.
Tomarlas de la cola y dejar que escurra el exceso de batido. Incorporarlas inmediatamente al aceite hirviendo. Freir durante unos 3 minutos por lado o hasta que estén doradas y crujientes. Dejar reposar en un papel absorbente y repetir esto con las otras 2 merluzas. Servir cada pescada en una marraqueta caliente, abierta a la mitad, con su miga mojada con la parte del jugo de los tomates. Agregar la ensalada de tomate, cebolla y ají verde.
