EMOLTV

Niños veganos o vegetarianos, ¿más sanos?

El veganismo y vegetarianismo está atrayendo cada vez más adherentes en el mundo y es un estilo de vida que preocupa a los especialistas quienes no están de acuerdo con la erradicación total de las proteínas animales en los menores.

02 de Enero de 2015 | 15:27 | Por Fernanda Villalobos Díaz, Emol
imagen
Los primeros años de vida de las personas, desde la gestación hasta aproximadamente los cuatro años, son los más importantes para el desarrollo físico y mental. Los expertos concuerdan con que los bebés necesitan de cada nutriente para crecer sanos, especialmente las proteínas.

Sin embargo, desde hace algunos años se ha masificado el veganismo, un estilo de vida vinculado con la supresión total de las proteínas animales (huevos, lácteos y carnes de vacuno, pollo, pavo, cordero, etc.) de la dieta diaria. Es decir, todo lo que provenga de un animal muerto o vivo.

“El veganismo es un movimiento político para acabar con la explotación de los animales”, define Alejandro Ayala, más conocido en la comunidad como “HomoVegetus” , un cientista político que se convirtió en vegano “como una manera de agrupar las iniciativas por el respeto hacia todos los seres sintientes”.

Por otro lado el vegetarianismo elimina sólo las carnes animales. Ambos casos conllevan a que este tipo de personas no consuman ciertas proteínas esenciales recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para una vida saludable.

Pero a pesar de que mucha gente acepta y cree que estas ideologías son parte de la evolución humana, la crianza de niños veganos o vegetarianos no ha estado exenta de polémicas y críticas, sobre todo por parte de organizaciones y expertos que señalan que la proteína animal es irremplazable y que sin su consumo los niños no crecen sanos.

Una proteína necesita de al menos 20 aminoácidos para que esté completa y sea 100% nutritiva. A pesar de que muchos crean lo contrario, sólo la carne animal tiene todas estas moléculas y no se pueden suplir por ningún otro alimento que está en la naturaleza.

“Cuando falta uno es como hacer una novela, pero quitándole todas las ‘A’, me va a costar escribir un libro así”, explica el pediatra y PhD en Nutrición Bioquímica y Metabolismo Ricardo Uauy, haciendo una analogía a lo irremplazable que son este tipo de proteínas.

“Yo no recomiendo criar a un niño vegano o vegetariano. Lo que yo recomiendo es que los niños se alimenten, durante los primeros seis meses de leche materna y luego incluir las proteínas animales”, dice. 

Alejandro Ayala desestima esta aseveración: “En la actualidad y desde hace unos 20 años que se viene demostrando contundentemente que una dieta vegetal, incluida la vegana, no sólo es posible en cada etapa del ciclo vital sino que es beneficiosa para nuestra salud, permitiendo la prevención de varias enfermedades como cáncer, diabetes y problemas cardiacos”, comenta.

Los riesgos

Aunque la mayoría de los veganos y vegetarianos se convierten al movimiento en la adultez, son muchos –quizás los más acérrimos– los que crían a sus hijos con la idea de que se puede vivir sin la necesidad de quitarle la vida y la libertad a los animales.

¿Pero qué riesgos podrían sufrir los niños con este estilo de vida? El también miembro de la Academia Chilena de Medicina explica que si un menor no consume las proteínas esenciales, no tendrá un buen crecimiento de talla y puede que no tenga un desarrollo óptimo potencial del cerebro.

En ese punto, “HomoVegetus” cita al presidente del Comité de Médicos por el Ejercicio Responsable de la Medicina, el doctor Neal Barnard, quien señala que “criar a un niño desde el veganismo es el mejor regalo que le podemos dar ya que le evitará desarrollar muchas enfermedades crónicas”.

Por su parte la nutricionista Nicol Allende, madre de un niño de dos meses a quien criará de forma vegana, dice que la “proteína animal es súper fácil de suplir, de hecho encuentras proteínas en legumbres, soya y sus derivados, frutos secos, semillas y cereales. Además, la quínoa, amaranto y mijo tienen todos los aminoácidos esenciales, es decir, una proteína completa”.

El doctor Uauy reitera que la proteína animal es irremplazable porque los cereales en general son bajos en el aminoácido lisina. Las legumbres, en cambio, son bajas en otro tipo de aminoácidos. Al mezclarse ambos, se hace una combinación casi tan buena como la carne, pero no igual.

Si sólo se comen porotos, necesito tres veces más proteínas. Si se come exclusivamente trigo o maíz, también, pero si ambos se mezclan, sólo se necesita un 20% más de lo recomendado, por lo tanto al no comer carne nunca se obtendrá la suficiente cantidad de proteínas que se requiere en una dieta balanceada.

Aparte de los aminoácidos, la proteína animal tiene otros elementos indispensables para el desarrollo y que no están suficientemente presentes en los vegetales y cereales. Estos son el hierro y el zinc, que a diferencia de los veganos, los vegetarianos sí pueden obtenerlos ya que también se encuentran en el pescado y la leche de vaca.

Creciendo como vegano

El embarazo de Nicol, quien también coopera con la agrupación “Animal Libre”, fue 100% vegano y comenta que ni ella ni su hijo han tenido problemas al respecto, al contrario, “él es un niño sano”, declara.

“Lo crio de manera vegana porque es mi estilo de vida, la alimentación me hace bien, por lo tanto a él también. Lo veo creciendo saludable y feliz”, apunta. Lo que ellos reclaman es que la sociedad, muchas veces desinformada, tiene prejuicios sobre este tipo de alimentación.

“Hay mucha presión social. Al parecer falta mucha información respecto a lo positivo que es criar a los niños desde el veganismo. Aún hay muchos mitos, incluso al interior de establecimientos educaciones, de salud y en los servicios públicos en general. Y esa presión social, más que cualquier otra necesidad práctica, es lo que hoy más complica a las familias veganas”, aclara Alejandro.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?