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Confirman relación entre selfies y el aumento de las cirugías plásticas

Un estudio realizado en EE.UU. reveló que las personas se están preocupando más de su imagen debido al boom de las auto-fotografías que se publican en las redes sociales.

23 de Enero de 2015 | 14:17 | Por Fernanda Villalobos Díaz
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Agencia
En Chile este fenómenos también va en alza. Fue la palabra del año 2013 según el Diccionario Oxford de lengua inglesa y el mensaje más retuiteado de toda la historia de la red social Twitter. El fenómeno de las selfies ha conquistado a todos sin discriminación alguna.

Tanto así que ha influido en el aumento de cirugías plásticas en Estados Unidos y puede que esté pasando lo mismo en Chile.

Un estudio realizado a 2.700 clínicas de EE.UU. por la Academia Estadounidense de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva demostró que en uno de cada tres recintos médicos aumentó este tipo de intervenciones quirúrgicas.

La razón: los pacientes ahora están más preocupados de su imagen debido al boom de las auto-fotografías que se publican en las redes sociales. Según la investigación, las rinoplastias (operación de nariz) aumentaron en un 10% en 2013 en comparación con el 2012; el trasplante de cabello en un 7%; y la blefaroplastia (reparación de párpados) en un 6%.

En Chile las cirugías más demandadas del último tiempo son las rinoplastias y las otoplastias (operación de orejas). “Sí han aumentado, hay más personas que se preocupan de su cara y es interesante que hayan encontrado una relación” entre las selfies y las cirugías estéticas, explica Rodrigo Contreras, cirujano plástico de la Clínica Lo Curro.

“Me imagino que al verse en tantas fotos, la gente empieza a fijarse más en sus defectos, en las cosas que encuentran que no están bien y que quieren arreglárselas. Lo encuentro súper bien”, agrega.

Además, el especialista señala que a su consulta llegan varios pacientes mostrándole fotografías de sus caras para explicarle los cambios que quieren en sus rostros. La vanidad, en este caso, juega uno de los papeles principales.

El estudio “Cultura selfìstica en Chile: Primer informe sobre las tipologías de uso y su impacto en las redes sociales” realizado por el Think Tank de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica, Tren Digital, reveló que el 45,5% de los encuestados reconoció que luego de haber publicado o compartido una selfie, la vuelve a ver para ver qué tan mal o bien se ve.

Además, el estudio indica que sacarse este tipo de fotografías “es uno de los aspectos más implícitos en esta nueva cultura. La idea es sacarse selfies para uno pero pensando en compartirlos. Yo quiero mostrarle a los demás cómo me veo pero desde mi propia perspectiva y asumiendo el control de la posición al sacarme la foto con quién y en qué momento, y finalmente quién también la recibe”.

La falta de privacidad

En el mundo moderno la privacidad ya dejó de ser algo personal y pasó a ser parte de lo colectivo. Es por ello que varios especialistas catalogan este fenómeno de las selfies como un movimiento sociológico y psicológico: las personas, al no tener tanto tiempo para compartir con el resto, hacen del ciberespacio un lugar para demostrar que su vida es interesante.

Algunos estudios atribuyen que el exceso de selfies se debe a la falta de sexo, carencias emocionales o incluso problemas psiquiátricos. “El hecho que sólo el 5% de los encuestados haya dicho que no ha compartido sus selfies, muestra que los selfies son una actividad social y que las selfies no son sólo para guardar o recordar mejor un momento, sino que para compartirlo posteriormente con amigos y contactos en redes sociales”, concluye la investigación de Comunicaciones UC.

“El mundo se está exponiendo más y la gente se está tomando fotos en situaciones que son extravagantes y poco elegantes. Eso quizás conduce a que los límites se hayan alterado, es decir, que la gente esté creyendo que es normal sacarse una foto semidesnudo y pensar que es normal subirlo a la web”, señala el médico cirujano.

Bajo esa perspectiva, Contreras dice que es difícil descubrir qué pacientes tienen un problema de obsesión con la perfección de su cuerpo y cuál es la alteración que ello provoca.

El problema también radica, según comenta, en que los cánones de belleza se han distorsionado por las fotografías con celulares, contra el espejo o con lentes muy pequeños, ya que alteran la forma del cuerpo o la cara, cambiando, quizás involuntariamente, el canon de bella que hoy en día está impuesto por la moda, los medios de comunicación y la publicidad.
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