Un gran anhelo para la mayoría de las parejas que deciden formar una familia es convertirse en padres. A simple vista pareciera ser fácil para una mujer quedar embarazada, pero qué sucede con aquellas que por meses y años lo intentan una, dos y más veces sin resultados, proceso que trae consigo una gran incertidumbre, vulnerabilidad, impotencia, pena, estrés físico y mental, además de un gran esfuerzo económico, el no poder lograr lo que tanto se ansía: tener un hijo y perpetuar su descendencia.
Por lo general cuando una pareja se entera que no puede tener un hijo, se le viene el mundo abajo y comienzan a vivir casi en un duelo permanente. Primero, no creen y les cuesta asumir que les esté pasando a ellos; luego, prefieren callar y no compartir la mala noticia con el resto de su familia y amigos; enseguida viene la resignación y cuando quienes le rodean piensan que “tiraron la toalla”, sacan fuerzas de flaqueza y vuelven esperanzados a intentarlo, pese a que saben que nuevamente pueden fracasar.
Es tan fuerte su deseo de ser padres que muchos afirman que han perdido una batalla pero no la guerra en esta lucha por procrear. Ejemplo reciente de ello, que ilustra cosas tan increíbles que pueden hacer los padres para tener un hijo, es la de una niña nacida por inseminación artificial en Cuba, luego que el gobierno estadounidense permitiera a su padre -uno de los tres espías cubanos recién liberados por Estados Unidos- donar esperma a su esposa desde una cárcel de California.
Seguramente casos similares a éste encontramos a menudo, donde mujeres y hombres que están en esta situación luchan incansablemente contra viento y marea hasta conseguir su objetivo, aunque ello signifique afrontar una serie de dificultades físicas, emocionales y económicas.
En el camino puedes perder muchas batallas, porque estos tratamientos tienen una tasa de éxito que -en el mejor de los casos bordea el 40%- pero lo importante es volverse a parar una y otra vez teniendo siempre en mente y como objetivo final el que tu sueño se haga realidad. La esperanza nunca ha de perderse, en especial en cruzadas como éstas.
Dr. Ricardo Pommer, past president Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva.