Se hizo conocida como la “tanning mom” o mamá bronceada luego de que en mayo de 2012 fuera detenida por las autoridades estadounidenses por
llevar a su hija de 5 años al solárium.
Patricia Krentcil fue arrestada en esa oportunidad y procesada con los cargos de negligencia, luego de que una profesora de la pequeña la denunciara al considerar que la piel de la niña estaba muy bronceada.
El caso generó conmoción mundial debido a que se descubrió que Patricia tenía adicción por el bronceado. Un año después, sin embargo, encabezaba
campañas de salud por el cuidado de la piel.
No obstante, “tanning mom” ha regresado a los tabloides luego de que reconociera que ha cambiado su afición por los solárium por las inyecciones de botox, señala el Daily Mail.
Hoy, a los 47 años, la mujer dice que su piel pálida la ha ayudado a recuperar su vida sexual con su esposo.
En la revista Closer, Patricia reconoce que gasta unos 200 mil pesos cada tres meses en inyecciones de botox, que ciertamente le han permitido recuperar en algo su dañada piel.
Asimismo, adelantó que se hará una cirugía de mamas para reparar los daños que le provocó el usar la cama del solárium 20 veces al mes.