La escocesa Jessie Gallan a principios de enero superó en 27 años la esperanza de vida del Reino Unido, convirtiéndose en la mujer más longeva del país con 109 años.
En una entrevista al diario británico Daily Mail, la anciana indicó que su receta para llegar a tal edad era comer un plato de avena caliente todas las mañanas y alejarse de los hombres.
“Los hombres dan más problemas de lo que valen”, dijo esta mujer quien nunca se casó y creció en una casa de campo con sólo dos habitaciones junto a sus padres y seis hermanos. Hoy en día vive en una casa de reposo en Aberdeen.
“También me aseguré de que me dieran un montón de ejercicio”, comentó.
Rebecca Streeter, una trabajadora de apoyo del centro, contó que a la “señorita Gallan”, como le llaman en el lugar, aún participa de las actividades de grupo y que le gusta mucho el ejercicio.
“Ella va a todos los conciertos y disfruta de su iglesia los domingos. Obviamente, ha llevado un estilo de vida muy saludable”, agregó.
Jessie además señaló que siempre trabajó duro para mantenerse y que rara vez tuvo vacaciones. A los 13 años se fue de su casa para convertirse en lechera. Tiempo más tarde trabajó como ayudante de cocina en un hotel el cual fue visitado por la Reina Victoria y la Reina Isabel II.
“Siempre he tenido buenos empleos con muy buena gente. Es increíble ver lo completamente diferente que es el mundo de ahora con el que yo crecí”, dijo.
Recomendaciones
La profesora de educación física, Evelyn Navarro, con magister en políticas públicas de la Universidad de Chile, explica que el ser longevo tiene un componente hereditario y genético muy potente, es decir, la herencia determina cuántos años se puede llegar a vivir. “No todos llegan a esa edad solamente por hacer las cosas bien”, asegura.
Esta carga genética está representada por el 25%. El 75% restante por el estilo de vida que se lleve, además de la raza y las costumbres de cada una de ellas.
Las recomendaciones más importantes que entrega la también especialista en nutrición y deporte, es incluir el ejercicio y una alimentación sana en la vida cotidiana.
Con relación a la actividad física, la experta dice que una persona debe basarse en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de hacer una hora diaria entre moderada y vigorosa (agitación que se siente al mantener una conversación).
El ejercicio puede ser en intervalos de 10 ó 20 minutos que al sumarlos sumen 60. Dentro de éstos está subir escaleras, caminar, escalar un cerro e incluso pasear a un perro.
“Con la edad se va perdiendo la masa muscular. El ejercicio es importante para dar un factor protector del envejecimiento. Además, baja el colesterol y la presión arterial y mantiene el calcio en sus niveles óptimos”, señala Evelyn.
Con respecto a la alimentación, destaca el que la “señorita Gallan” coma todos los días un pote de avena ya que al tener fibra, beneficia al tránsito intestinal evitando el estreñimiento y ayudando a la absorción de las azúcares.
Sin embargo, asegura que no está científicamente comprobado que algún alimento ayude en un 100% a vivir más. Por último, sobre la influencia de la raza en la longevidad, indica que los orientales, como los chinos, japoneses, coreanos y singapurenses, viven más años por su alimentación.
Según el último
sondeo de la OMS son efectivamente las mujeres japonesas quienes lideran el ranking de los 10 países con mayor esperanza de vida en el mundo con 87 años. En cuarto lugar están las singapurenses, con 85; y en octavo lugar las coreanas, con 84.
Ellos “no consumen ningún derivado de la leche, sino que reemplazan esas proteínas por derivados de la soya, legumbres y pescados. Los lácteos no están dentro de su dieta y se ha probado que la longevidad es mayor que cualquier otra raza”, concluye.