La historia es más que conocida. Anastasia Steele, una joven virgen recién graduada de la universidad, se enamora de Christian Grey, un magnate de negocios, sadomasoquista y obsesivo por controlar todo lo que tenga a su alcance.
Sin embargo, al parecer la trama del libro que ha sido superventas en todo el mundo -y que ahora cuenta con una película- fue ideada hace casi 100 años por Edith Maude Hull, una dueña de casa británica común y corriente de 39 años, que escribió la novela de ficción erótica "The Sheik" ("El Jeque") sólo por gusto y sin pensar que algún día se convertiría en un fenómeno mundial y que quizás sería la inspiración de E.L. James.
La historia trata sobre una aristocrática inglesa que vive en cautiverio luego de que un jeque árabe la secuestra. En 1921 el director George Melford junto al actor Rodolfo Valentino y la actriz Agnes Ayres la adaptó en
una de las películas más exitosas del cine mudo, y en blanco y negro.
Luego de más de 1,2 millones de copias vendidas, el libro se convirtió en best seller. El film, por su parte, fue un éxito de taquilla tanto en Europa como en Estados Unidos.
Pero todo el éxito detrás de una historia de abuso y sadomasoquismo, estuvo desplazado por la crítica, ya que en esos años la idea de que una mujer se enamorara de un abusador fue catalogada como "venenosamente salaz y una glorificación de la lujuria y lascivia".
Pese a la reprobación de la obra, la autora no se desanimó y escribió dos secuelas igualmente eróticas: "Shadow of the East" ("Sombra del este", 1921) y "Sons of the Sheik" ("Hijos del Jeque", 1925).
El punto de comparación entre ambas novelas es que la protagonista se enamora perdidamente de quien es catalogado socialmente como "malo", ya que las somete a hacer cosas en contra de su voluntad y aceptan la idea de que deben ser suyas para siempre.
La diferencia radica en que el libro publicado durante el periodo entre guerras no es abiertamente explícito, pero sin duda que las fuertes sugerencias de violencia, violación y sodomía fueron suficientes para que la venta sea tan grande en un momento de crisis humanitaria.
Desde 2011 y según Amazon.com, "50 Sombras de Grey" ha superado en ventas a los siete libros de Harry Potter en el Reino Unido.
En alguna oportunidad, Edith comentó que había escrito la novela "como medio de distracción en un momento en que me sentí muy sola". Esto, debido a que su marido, Percy Winstanley Hull, fue a combatir en la Primera Guerra Mundial.
El fenómeno Christian GreyHoy, el legado de "The Sheik" sigue siendo objeto de acalorados debates. Algunos la ven como parte de una creciente ola de emancipación de la mujer, mientras que otros lo consideran como terriblemente reaccionario.
Pero ¿a qué se debe todo esta revolución de las novelas eróticas? Algunos especialistas apelan a la fórmula de mezcla perfecta entre el marketing y la sensación de volver a los instintos, y de que muchas mujeres tienen como fantasía el que un hombre exitoso, millonario, inteligente y trabajador se enamore de una joven estudiante empleada de una ferretería. Es decir, que el príncipe azul se fije en una plebeya.
Debido a todo el fenómeno que envuelve la novela, la psiquiatra estadounidense Miriam Grossman publicó la semana pasada en su
página web, la columna "Carta de una psiquiatra a las jóvenes seguidoras de '50 Sombras de Grey'". En ella, hace un llamado, a través de cinco razones, a no ver la película.
"Años de escuchar con cuidado me han enseñado mucho. Una de las cosas que he aprendido es que los jóvenes están totalmente confundidos en el amor. Escogen bastante mal, y acaban perdidos y dolidos", expone y añade: "No quiero que sufras como la gente que veo en mi consulta, de ahí esta advertencia sobre la nueva película. Incluso si no ves la peli, su mensaje tóxico está calando en nuestra cultura, y puede sembrar ideas peligrosas en tu cabeza".
"Las ideas de 'Cincuenta sombras de Grey' son peligrosas, y pueden llevar a confusión y malas decisiones en el amor. Hay una inmensa diferencia entre una relación sana e insana, pero la película muestra esas diferencias borrosas, de modo que empiezas a preguntarte: ¿Qué es lo sano en una relación? ¿Qué es enfermizo? ¿Hay tantas sombras de Grey… no estoy segura. Escucha, es tu seguridad y tu futuro de lo que estamos hablando. No hay sitio para las dudas: una relación íntima que incluya violencia, consentida o no, es completamente inaceptable. Esto es blanco o negro. No hay tonos de grises aquí. Ni siquiera uno sólo", concluye.