Ganan menos, pagan más en sus Isapres por tener una edad fértil, tienen menos probabilidades que sus pares masculinos de ascender a puestos de alta jefatura y legalmente, la crianza de los hijos –ir a reuniones, al doctor, etc.- es una obligación solo de ellas. A 66 años que la mujer logró en Chile ser considerada ciudadana con voz y voto –y poder sufragar en las elecciones públicas-, ¿qué tan lejos sigue Chile de igualar en deberes y oportunidades a hombres y mujeres?
La última cumbre de ONU mujeres celebrada precisamente en Chile hace una semana, tuvo como eje central de los discursos la eterna problemática que representa la desigualdad de género, contemplando la brecha salarial, la doble jornada de trabajo (oficina y casa) de ellas, y la aparente cultura machista que sigue dejando fuera a los hombres de la crianza de los hijos y los asuntos del hogar. Y, si bien muchas de estas temáticas se repiten en el resto del mundo, en mayor o menor grado –basta recordar el reivindicativo
discurso de la actriz Patricia Arquette en la reciente premiación de los Oscar-, las cifras chilenas son muy poco alentadoras:
-Más de 2 mil usuarios de internet fueron encuestados por el sitio Trabajando.com para conocer su percepción del mercado laboral chileno, dando como resultado que el 76% de las mujeres aseguró haberse sentido discriminada en su trabajo debido a su género, que el 74% de los trabajadores dijo que existe un mayor número de ofertas laborales para hombres y que el 67% de los chilenos piensa que las posibilidades de ascenso en su empresa son mayores para ellos que para ellas.
-En promedio, los hombres ganaron $625.866 en 2013 y las mujeres, $521.835, según los datos dados el año pasado por la Superintendencia de Pensiones, y algo que se ve más reflejado de forma dramática en Antofagasta, donde las diferencias alcanzaron hasta un 50%. En cuanto a los jubilados, ellos reflejaron una ganancia de 33% más que ellas.“La mayoría de las mujeres recibe menores salarios que los hombres debido al eventual ‘castigo’ que el empleador hace en el salario de las mujeres en edad fértil, como anticipo del posible costo que deberá enfrentar con el pre y post natal, con la sala cuna y/o con las ausencias en caso de enfermedades de los hijos pequeños”, explicó de forma clara Paula Poblete, directora de Estudios de ComunidadMujer, sobre los motivos de la desigualdad femenina en el área laboral, a lo que se suma el hecho de que “Chile tiene un Código Laboral anacrónico que deposita sólo en las mujeres la responsabilidad por el cuidado de los hijos, imponiendo, correlativamente, obligaciones sólo a los empleadores de mujeres”.
-Pese a que un 38,2% de los hogares chilenos tienen una jefatura femenina (CASEN 2013), Poblete agrega que a ellas se las sigue considerando “perceptoras secundarias” de la renta de un hogar, que no logran concentrar, por ende, posiciones más altas en sus puestos de trabajo.
El “chiste” del postnatal masculino
El número de chilenos que tomó el beneficio del postnatal parece confirmar lo que indican tanto Poblete como la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román: los temas de crianza y del hogar se siguen achacando solo a las madres.
Recordemos que según la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), el año pasado, apenas 225 hombres accedieron al postnatal, esgrimiéndose como posible causal, no solo la cultura chilena, sino que también el círculo vicioso de la brecha salarial (mujeres ganando menos) y por lo tanto, la necesidad de proteger el trabajo del papá.
“En el embarazo y el parto, el padre sigue siendo un acompañante y no un participante activo”, señaló Román. “Tal vez no porque no lo quiera, sino porque no hay una educación escolar que indique hay una igualdad de ambos sexos. Por eso el postnatal no se lo toma nadie, es un chiste”.
Según Román, el tema pasa netamente por un conflicto cultural instaurado en el país, un machismo que no se desarraiga de la forma en que Chile funciona como sociedad, y la única solución es que en los colegios, al igual que la sexualidad, la igualdad de género sea una temática a tratar en la malla.
“(Al final) Este proceso natural que tenemos las mujeres por tener útero, nos pasa la cuenta a cada rato, en las Isapres (al cobrarnos más) (…) No puede ser que existan empresas que ganen muchísimo dinero a costa de la recuperación de la salud de las personas. Y como guinda de la torta, está que sienten que las mujeres somos muy caras, así que nos suben los planes”, alega Román.
-Según cifras del programa Chile Crece Contigo, en 2014, sólo 1 de cada 10 padres acompañó a su hijo menor de 5 años a los controles médicos.Si el año pasado,
el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que el mundo se demoraría 81 años para que exista paridad de género, ¿cuánto le falta a Chile, contemplando estas cifras?