¿Recuerdas la historia de
Brittany Maynard, la mujer estadounidense que sufría un tumor incurable en su cerebro, y que eligió el día en que moriría, de forma pacífica y sin dolor? Brittany
finalmente falleció el 3 de noviembre del año pasado, luego de dedicar su último tiempo de vida a intentar conseguir que la Ley de Muerte con Dignidad sea efectiva en todos los estados de Estados Unidos. Pero no lo logró y hoy otra mujer se inspiró en ella para continuar la lucha.
Se trata de Christy O'Donnell, una abogada de 46 años que sufre un agresivo e incurable cáncer pulmonar, que se propagó a su cerebro y que, según le han dicho sus médicos, le provocará una muerte dolorosa, ya que se ahogará en sus propios fluidos.
"Creo que es una terrible injusticia que no tenga la oportunidad de morir de la manera que quiero y en vez me veo obligada a morir probablemente en un dolor prolongado e incluso sola", señaló a la revista "People", la misma que en 2014 dio a conocer la historia de Brittany.
Por esto, Christy quiere promover la Ley de Muerte con Dignidad en California, donde reside, para poder terminar con su vida en su hogar con su hija Bailey (20) a su lado. "Los doctores nos han dicho que su muerte será dolorosa (…) No es algo que quiera ver", afirmó la joven, quien apoya totalmente a su madre.
La abogada relató que se dio cuenta de que algo malo pasaba con su salud cuando en junio de 2014, mientras leía unos documentos legales, las palabras que pasaban frente a sus ojos no tenían ningún sentido. Así, pensando que podía tener problemas a la vista, fue a ver a un oftalmólogo, pero éste le dijo que todo estaba bien. Por esta razón, llamó a su médico de cabecera y le describió los síntomas. "Me dijo: 'Quiero que vayas a urgencia de inmediato'", contó.
Lo siguiente fue el diagnóstico: Christy sufría un adenocarcinoma estadio IV en su pulmón, el cual se había propagado a su cerebro, donde tenía tres tumores del tamaño de una pelota de golf, uno de ello a un costado de su ojo izquierdo. Su pronóstico fue de seis meses de vida, aunque ha sobrepasado ese tiempo gracias a sesiones de quimioterapia cada tres semanas y un tratamiento de radiación que redujo el tamaño de los tres tumores en su cerebro.
La abogada asegura que ya ha agotado todas las opciones médicas. "Mi médico ha intentado incluirme en todos los ensayos médicos que hay (…) No hay nada médico que no hayamos explorado. Así que no es que no haya agotado mis posibilidades. Mi decisión es una informada", sentenció.
Y aunque Christy pensó en trasladarse a Oregon, el Estado donde Brittany pudo hacer efectiva su muerte con dignidad, prefirió quedarse en su hogar para no interrumpir la rutina de su hija, además de que así está cerca de sus amigos y familiares.
Y como está acostumbrada a defender la ley en lugar de romperla, la abogada está poniendo todas sus fuerzas en cambiar las reglas y lograr que otras personas en su misma situación puedan morir con dignidad en California.
"No tengo una lista de deseos (…) He tenido una vida increíble. Bailey quiere que esté con ella para su cumpleaños (en junio), así que estoy viviendo para eso. Estamos rezando para lograrlo", concluyó.