La pregunta fue puesta sobre la mesa por un pediatra estadounidense, Aaron E. Carrol, en
una columna que publicó en The New York Times. Y se hace cargo de una duda que se instala en los padres cuando sus hijos crecen y se convierten en adolescentes.
Carrol reconoce que la respuesta obvia a esa pregunta debiera ser “ninguno de los dos”, pero a reglón seguido señala que muchos padres no aceptan esa premisa porque saben que sus hijos, en algún momento, probarán una u otra.
Entonces el pediatra descuelga una serie de argumentos sobre la marihuana y el alcohol y cada uno lo respalda con los links a las web que contienen las investigaciones pertienentes.
Afirma que diversos estudios asocian la hierba con potenciales cambios en el cerebro, con la psicosis, el riesgo de cáncer y daño en la memoria, entre otros, pero agrega que son asociaciones, no causales.
Luego señala que si bien la marihuana se asocia con el crimen porque es ilegal, es un hecho que pocos de estos realmente están vinculados con la hierba, en cambio, estudios de Estados Unidos señalan que un 40% de los crímenes violentos están relacionados con el consumo de alcohol.
Asimismo, sostiene que el alcohol provoca muertes ya sea por accidentes y otros, y no así la marihuana. Es más, dice que los jóvenes quedan expuestos a más riesgos con el alcohol que con la marihuana.
Luego de la entrega de esta serie de datos, Carrol afirma que como padre espera que sus hijos no se expongan a ningún tipo de riesgo, incluidos los de tipo sexual. Y establece que la respuesta, en este acápite, no puede ser ‘no tengas sexo’, sino ‘cuídate y usa condón’.
Aclara entonces, que no está promoviendo el consumo de marihuana por sobre el alcohol sin preocuparse de los riesgos que conlleva la hierba, entre otros, caer en el abuso de ella, pero también afirma que no es aceptable que la sociedad dé un consentimiento implícito al uso del alcohol sin exponer sus problemas. “Eso es irracional”, dice.
“Cuando alguien me pregunta qué es lo que prefiero que mis hijos consuman, marihuana o alcohol, después de haber examinado todos los estudios y todos los datos, sigo diciendo que ninguno de ellos. Pero si me fuerzan a hacer una elección, la respuesta es marihuana”, concluye.
