Desde hace un buen tiempo a esta parte que personas agrupadas en comunidades y rostros de televisión se han manifestado a favor de una campaña para utilizar marihuana y sus derivados como medicamento contra el dolor que provocan ciertas enfermedades, como el cáncer la esclerosis múltiple.
Muchos han sido los testimonios de que la marihuana sí sirve para atenuar el dolor y que es un analgésico natural que ayuda a conllevar la enfermedad de una mejor manera.
Sin embargo, desde el lado científico, la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACh) asegura que en los pocos estudios serios que se han realizado al respecto, ninguno de ellos ha demostrado que los dolores hayan disminuido en cuanto a analgésicos hechos de marihuana.
“Todo lo que tenemos hoy en día es mucho mejor que la marihuana. El costo-beneficio de usarlos es malo porque no son mejores que un analgésico tipo Ketorolaco o Ketoprofeno, menos comparable a la morfina y sus derivados”, dice su presidente, Marco Guerrero.
“Lo que se ha hablado en Chile por la prensa, es demagogia, no tiene nada de científico. Todo lo que se ha dicho son comunicaciones de experiencias individuales, comunicaciones de impresiones y una serie de cosas que se dicen que no tienen nada de científico”, añade.
En contraposición a la postura científica que tiene la SACh, existe un grupo de madres de niños con epilepsia refractaria (cuando las crisis son muy frecuentes), “Mamá Cultiva”, que sí confía en los beneficios de la marihuana para controlar las convulsiones utilizándola a través de aceite de cannabis que ellas mismas preparan. En su página web destacan que “el proceso de fabricación es artesanal, lento y delicado, por lo que necesitamos mejorar nuestro procedimiento en su preparación”.
Es por ello que este grupo de madres vinculadas a la Fundación Daya, organizaron una manifestación en las principales ciudades del país donde entregaron una carta oficial dirigida a la Presidenta Bachelet.
La campaña, llamada “Ponte En Mis Zapatos”, aboga por la regulación del cannabis: “Miles de familias chilenas no pueden seguir en el desamparo, se exige respeto, humanidad y compromiso”, dice.
La principal petición de esta campaña es que las autoridades retiren a la marihuana como una droga dura de la lista 1 de la Ley 20.000, luego de que en septiembre pasado el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
autorizara la producción de aceite de cannabis para el tratamiento en pacientes sólo con cáncer.
Hasta ahora ninguna otra enfermedad está dentro del plan. El anestesiólogo enumera una serie de riesgos que podría conllevar el consumo de aceite de cannabis para los niños.
En primer lugar, él dice que cuando se procesa una planta, no se sabe cuál es la concentración de sus derivados por lo tanto no hay forma de reproducir la dosificación de un paciente con otro.
Por otro lado, explica que hay un grupo de neurólogos que trabajan con niños con epilepsia refractaria que han formado un comité de estudio frente al tema y han demostrado que no hay evidencia científica confiable que muestre los reales beneficios del aceite de cannabis versus los medicamentos y técnicas convencionales para su tratamiento.
Por otra parte, los efectos nocivos de consumir marihuana se traducen en el retraso del desarrollo intelectual y del sistema nervioso, además de la potencialidad adictiva que ella produce.
“Entiendo la medida desesperada, pero no sabemos si le estamos agravando el daño al tenerlos sin convulsiones o realmente estamos haciendo un efecto en el mecanismo de la convulsión”, asegura el presidente de la SACh.
Por último, Guerrero dice que el problema erradica en que las personas que sufren de dolores crónicos y o de convulsiones extremas es porque no tienen acceso a una atención médica como deberían y que por eso es que sus enfermedades son tan tortuosas.
“Los pacientes que hoy en día tienen dolor y claman por una solución al dolor, el problema no es que no existan medicamento o herramientas terapéuticas, el problema es el difícil acceso al tratamiento, centros y profesionales que traten su dolor, no es que no exista nada para esos dolores, existen muchos y buenos. El problema es que los pacientes probablemente no están accediendo a una atención medica integral”, enfatiza.