Daily Mail
"Estoy harto de ver sus grotescas y de mal gusto luces navideñas. Es marzo por amor de Dios. Su casa hace que esta hermosa comunidad se vea como una desgracia (…) No quiero seguir pasando frente a este adefesio, cada vez que lo hago mis niños gritan. Sé que viven en una casa social, pero no es necesario hacerla parecer como una".
Ésta fue la ofensiva carta de Kevin Franklin recibió de quien se autodenominó "un ciudadano muy descontento", todo porque su casa aún tiene luces de Navidad instaladas en su fachada. Pero no es que Kevin sea flojo y no haya querido retirarlas en cinco meses, sino que tiene una razón de peso para dejarlas.
Según relató al "Daily Mail", el padre de 10 hijos sufrió un infarto en noviembre pasado, por lo que le pidió a un amigo que instalara las luces. Y aunque dejó de encenderlas en enero, se dio cuenta de que toda la ornamentación ayudaba a que su hijo autista Bradley (15) se mantuviera calmado.
"Me sorprendí y molesté bastante cuando recibí la carta (…) Creo que la persona que envió la carta viene del lado elegante de la calle", sostuvo, y agregó:
"Ellos creen que son mejores que nosotros, pero la única diferencia es que ellos compraron su pila de ladrillos y nosotros la arrendamos. Es mi casa y estoy orgulloso de ella".
Por esta razón, más que desalentarlo, la carta lo motivó aún más y ahora planea instalar otras luces para encenderlas todas juntas durante abril, cuando se celebra el mes para crear consciencia sobre el autismo.
"Nos aseguraremos de que la casa esté cubierta y así darles algo verdadero para quejarse", señaló.
Kevin, quien tiene 53 años y se encuentra desempleado, recalcó que junto a su esposa mantienen su jardín "bonito y ordenado", y que las luces no le hacen daño a nadie. Algo en lo que coincide Beckie Louise, una vecina que publicó su opinión en un grupo de Facebook que se creó para discutir el tema.
"¡Es absolutamente vergonzoso! ¿La gente ha perdido la cabeza? ¿Realmente esto le está causando daño físico a alguien? ¿Daño emocional? ¿Daño psicológico quizás? La respuesta es NO. No puedo creer que dinero y recursos se gasten en preocuparse por las luces de Navidad en la casa de alguien. ¿No tenemos más cosas en qué concentrarnos? Como la juventud de hoy y lugares donde puedan ir… Los robos en y alrededor del área. El bullying en los colegios, ¿necesito seguir? Déjenlos en paz", escribió.