Un acto que la mayoría de las mujeres realiza prácticamente de forma rutinaria, casi le cuesta la vida a una estadounidense de 20 años. La joven se encontraba limpiando sus uñas, cuando los vapores del quitaesmalte que utilizaba, se inflamaron con la llama de una vela que se encontraba en la habitación.
La mujer resultó con un 50% de su cuerpo quemado, luego de que el fuego alcanzara su ropa. Según informó Khou.com, un medio electrónico de Texas, la joven salió de su casa envuelta en llamas y fue ayudada por su vecino Adam Berret.
"Ella gritaba: ¡'Me estoy quemando, ayuda, ayuda'!", relató Berret. "Así que me quité la chaqueta y la ayudé a apagar el fuego", agregó. Sin embargo, las llamas alcanzaron a quemar gran parte del área frontal de su cuerpo.
Dennis Lee, quien dirige la investigación del caso, explicó que cuando se trata de líquidos inflamables, sólo el contacto del fuego con los vapores basta para que se inicie un incendio.
En tanto, el novio de la víctima afirmó que ella está consciente, hablando y recuperándose de sus heridas en el hospital.
