Los pechos ya sean grandes o pequeños siempre han sido fuente de atracción, son una de las partes de la anatomía femenina más vistosa y hermosa, símbolo del paso de niña a mujer, de fertilidad y fuente de alimento al nacer. Una bonita forma y un tamaño proporcional son elementos de belleza y femineidad.
Esto puede explicar por qué muchas mujer que no han sido bien dotadas por la madre naturaleza, han querido entrar al quirófano para agrandarse el busto, mejorar su forma o incluso sacarse algunos gramos demás.
Actualmente es la segunda operación más popular en cirugía estética en el mundo después de la liposucción, esto genera que muchas personas la trivialicen o minimicen, pero la verdad no es una cirugía fácil de hacer y por esto la enorme cantidad de mujeres con problemas luego de operadas.
Ya han pasado más de 50 años desde la primera cirugía de aumento de busto utilizando implante de silicona. La estadounidense Timmie Jean Lidsey -madre de seis hijos- fue la primera mujer en el mundo en someterse a esta cirugía en el hospital de Davis en Houston en 1963.
Pero los implantes de mamas adquieren una real significancia en el mundo de la estética cuando aparecen en Estados Unidos la revista Playboy, la muñeca Barbie y algunas las figuras de la pantalla grande como Marilyn Monroe, símbolo de la mujer curvilínea. A esto, se suma que durante la posguerra surge la fascinación con todo lo que es de plástico y artificial.
En los primeros años sólo existían cuatro tipos de prótesis: larga, mediana, pequeña y muy pequeña.
Durante la década de los ´70 adquieren una gran popularidad, esto porque se desarrolló el recubrimiento con poliuretano, lo que disminuyó significativamente las complicaciones locales al disminuir la reacción inflamatoria local.
En los ´80, la superficie del implante pasa a ser texturizada disminuyendo aún más el riesgo de ruptura, de contractura capsular y la difusión del gel de silicona a otros tejidos. Actualmente, el riesgo de complicaciones son muy bajas, esto debido a que los implantes que se están usando son de última generación.
Hoy un solo fabricante, Allergan, tiene 500 opciones; diferentes formas y tamaños, superficies micro texturizadas, gel de alta cohesividad, recubrimientos externos, con lo que hay que ser un verdadero experto para seleccionar la prótesis apropiada para el peso de la paciente, su tipo de piel, la proporción de su glándula y la composición de su busto entre tejido adiposo y tejido mamario.
No todo ha sido miel sobre hojuelas en esta historia, en los últimos años se ha abusado de esta técnica, de los tamaños y por lo mismo, hoy la tendencia es la vuelta hacia lo natural.
Al parecer los bustos extremadamente grandes, exagerados y deformes se quedaron sepultados en el pasado y dejaron de ser atractivos.
Las prótesis con la forma artificialmente redonda producen deformidad, los tamaños exagerados son molestos, pesan y hacen verse más gordas. El resultado dura poco, y tienden a caerse con el tiempo, por eso las pacientes ya no quieren este tipo de implantes y cada día piden que sean más sutiles y naturales. La gracia de operarse es verse bonita, atractiva, sensual y natural. Por lo mismo, hoy es tremendamente difícil dejar una prótesis perfecta, hay que ser un verdadero artista.
@DrHectorValdes
