BEIJING.- Una mujer china embarazada de cinco meses que había obtenido el permiso de las autoridades de la provincia de residencia habitual para tener un segundo hijo, recibió una orden para abortar por parte de la provincia en que trabaja actualmente.
Qin Yi, que es profesora de escuela, explicó en declaraciones a un medio digital chino que el pasado 12 de mayo recibió una comunicación para que interrumpiera su embarazo, enviada por la Oficina de Población y Planificación Familiar de un distrito de la provincia de Guizhou (suroeste).
Sin embargo, Qin explicó que ella y su esposo, Meng Shaoping, habían recibido autorización para ese hijo por parte de la provincia de Anhui (este), donde tienen registrada su residencia familiar habitual.
Éste es el segundo matrimonio de la pareja, y cada uno de ellos tiene ya descendiente de la anterior relación, por lo que ambos querían un hijo conjunto, añadió.
Qin, de 35 años, explicó que para tener su segundo hijo tiene dos opciones: intentar lograr el permiso especial de maternidad de la provincia de Guizhou o abandonar su trabajo actual y volver a Anhui, donde asegura que "es muy difícil encontrar un empleo".
Este caso se produce mientras China sigue un paulatino proceso de relajamiento de su política del hijo único y sus excepciones, pero también refleja las diferentes normas que ponen en marcha las autoridades provinciales para hacer cumplir las decisiones del Gobierno central.