Desde Avaaz, aseguran que en casos de violación, el impedimento a abortar es un segundo abuso, al obligar a la mujer a dar a luz..
EFE
ASUNCIÓN.- La organización internacional Avaaz presentó hoy en Asunción cerca de medio millón de firmas, recogidas en todo el mundo, pidiendo la despenalización del aborto para las menores de 15 años en Paraguay, donde el embarazo de una niña de 10 años sigue siendo motivo de debate en la sociedad y
motivó incluso una denuncia contra el país por parte de la ONU.
Miembros de ese grupo, que se concentraron frente al Congreso, solicitaron también un cambio del Código Penal para los casos de mujeres de cualquier edad víctimas de violación.
Los concentrados exhibían carteles con el lema "Ninguna niña debe ser madre", en alusión al caso de la niña paraguaya de 10 años, presuntamente embarazada por su padrastro, que se conoció hace casi un mes y ha abierto en el país el debate sobre el aborto, mientras la pequeña -con cinco meses de embarazo-, está en un hospital de la Cruz Roja en Asunción, y la madre y el padrastro están en la cárcel.
"El artículo 109 del Código Penal paraguayo permite interrumpir el embarazo cuando existe riesgo para la vida de la madre. Todos los embarazos en menores de 15 años conllevan un riesgo cinco veces mayor de que la madre muera en el parto, por lo que se debe permitir el aborto en estos casos para proteger a las niñas", dijo Ana Sofía Suárez, representante de Avaaz.
Suárez manifestó su postura a favor de que se permita el aborto en todos los casos si el embarazo es la consecuencia de una violación, para "impedir que la mujer vuelva a sufrir otro abuso, el de que se le obligue a dar a luz".
Aseguran que "el aborto penalizado supone una discriminación"La movilización coincidió con una audiencia pública, no vinculante, en el Congreso paraguayo en la que se sometió a debate la modificación del Código Penal en lo referente al aborto y la eutanasia. Y la discusión se centró en el tema de la interrupción voluntaria del embarazo, y contó con la participación de representantes de la Iglesia Católica y agrupaciones en defensa de la familia tradicional, en contra de despenalizar el aborto, y movimientos feministas y de activistas en defensa de los derechos humanos, a favor de la reforma penal sobre este tema.
Lilian Soto, médico y ex candidata a la presidencia de Paraguay por el partido feminista Kuñá Pyrendá, dijo que en Paraguay se practican al año "cerca de 50.000 abortos", si se extrapolan los datos recabados en América Latina, pese a que la ley actual sólo lo permite si hay riesgo para la vida de la madre.
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El aborto penalizado supone una discriminación. Las mujeres con más recursos podrán interrumpir su embarazo en condiciones seguras, pero aquellas que no dispongan del dinero lo harán de cualquier manera y pasarán a engrosar la lista de muertes maternas", explicó Soto.
En cuanto a los embarazos infantiles, Soto aseguró que "sólo pueden entenderse en el contexto de una violación", y la mayor parte de las niñas "son obligadas a proseguir con el embarazo".