Carla PInilla, El Mercurio.
SANTIAGO.- En la búsqueda de su primer trabajo después de la universidad, los hombres tienen una clara ventaja sobre las mujeres: Se sienten más seguros de que van a tener éxito, y varios de ellos esperan un buen sueldo, muestran los nuevos datos.
Sólo el 16 por ciento de las mujeres universitarias dijeron que estaban "absolutamente seguras" de que iban a conseguir un trabajo después de graduarse, en comparación con el 27 por ciento de los hombres universitarios, de acuerdo con el motor de búsqueda de empleo Monster, que encuestó a 1.500 adultos en abril.
Según los datos, los hombres no solo eran más propensos a sentirse mejor acerca de conseguir un trabajo. También fueron más propensos a decir que la universidad los preparó bien para su carrera y afirman que su primer trabajo les pagara bien: el 48 por ciento de los hombres espera que se les pague más de US$50.000 al año en su primer empleo, una creencia que sólo el 33 por ciento de las mujeres compartió, encontró la encuesta.
La encuesta puede estar basada en una muestra relativamente pequeña, pero pone de relieve investigaciones previas que sugieren que los hombres tienden a tener más confianza y a mostrase más firmes acerca de sus habilidades que las mujeres. En una revisión interna, Hewlett-Packard encontró que sus empleados varones eran propensos a solicitar ascensos cuando creen haber reunido el 60 por ciento de las calificaciones que figuran en lista, mientras que sus empleadas evitan hacerlo a menos que hubieran reunido el 100 por ciento de las calificaciones. Asimismo, oros estudios han sugerido que las mujeres piden menos negociaciones que los hombres y que ellas experimentan mayor ansiedad cuando están negociando.
La conclusión habitual de este tipo de investigación es que las mujeres tienen que ser más agresivas y defenderse más a sí mismas. Otros, sin embargo, dicen que señalar a las mujeres de no ser lo suficientemente audaces sería un error. "Esto realmente no es un problema de confianza de las mujeres. De hecho, no se trata de las mujeres en absoluto", dice Anna Beninger, directora de la firma de investigación Catalyst, una organización no lucrativa que aboga por la promoción de la mujer en el trabajo. "Realmente se trata de los desafíos sustanciales que enfrentan las mujeres a nivel organizativo".
Una serie de estudios apoyan el punto de vista Beninger. Por ejemplo, el año pasado, se analizaron datos de Bloomberg y se encontró que, incluso cuando tienen niveles de experiencia similares y educaciones similares, a las mujeres con MBA se les paga menos que a los hombres. Las mujeres también tienen más dificultades que los hombres para encontrar un patrocinador, una figura clave que puede actuar como un defensor de ellas en el lugar de trabajo; son rechazadas como jefas tanto por hombres como por mujeres; y más a menudo son penalizadas por tratar de negociar una compensación.
En otras palabras, la "falta de confianza" que muestran las mujeres solo puede ser un realismo frío, no un rasgo de carácter inherente.