Es verdad que la reina del clan de las Kardashian, Kim, impuso una moda. Esta fashion icon develó al mundo, a través de su makeup artist Mario Dedivanovic, su secreto mejor guardado; su maquillaje. Se trata del contouring, técnica que tiene miles de adeptos en los tutoriales de Youtube pero que también tiene bastantes detractores, ya que si no aplicamos bien esta fabulosa técnica, el look puede bordear en lo burdo y el mal gusto. Sin embargo, hay algo innegable, la famosa estrella de realities de EE.UU. acercó el visagismo, el básico del maquillaje profesional, a las mujeres comunes y silvestres y esto queramos o no, tiene un gran mérito.
Y es que el visagismo, es la regla de oro del maquillaje. Es una técnica que se utiliza para corregir las facciones de la cara. Ya desde las épocas de Leonardo Da Vinci y su “Hombre de Vitruvio” o el “Cánon de las Proporciones Humanas” como es llamado más popularmente, se hablaba de la simetría básica del cuerpo humano y, por extensión, del universo en su conjunto. Y por supuesto, esto también aplica para el rostro.
¿En simple? La cara se divide en tres zonas; la que parte del nacimiento del pelo al inicio de la ceja. La segunda zona; de la base de las cejas y termina al final de la nariz; y la última que va desde la punta de la nariz a la pera. Éstas debieran ser armoniosas y proporcionales. Si no lo son, el contouring es la herramienta para armonizar y corregir tu cara.
Las correcciones oscuras, achican, por lo que si tenemos mucha frente, mucha sien, la mandíbula marcada, la pera muy salida, la nariz muy ancha, entre otras imperfecciones, aplicando una base más oscura que tu piel o un polvo bronceante oscuro, lograrás disimular y armonizar las formas de tu cara. Por otro lado, dependiendo de qué quieres agrandar es donde pondrás las correcciones claras. Elije un corrector más claro que tu piel y empieza a probar.
Algunos tips para que te atrevas a probar esta técnica:
-¿Tienes la cara larga o rectangular?
Aplica oscuro en la sien, maxilares, en la pera y un poco en la frente. De esta manera acortarás tu cara.
-¿Tienes una nariz “aguileña” y no te gusta?
Con una brocha delinea con un color oscuro tu nariz de la manera que te gustaría tenerla, luego ilumina el tabique y quedarás sorprendida.
-¿Tienes los labios delgados?
Delinéalos con un corrector claro y harás un efecto óptico increíble.
-¿Tienes pocos pómulos y quisieras tener más?
Pon el color oscuro en el triángulo que se arma bajo el pómulo, la oreja y el inicio de la boca, luego pon iluminador encima del pómulo y mágicamente tendrás más. ¡Así puedes ir jugando con todas tus facciones, y sacar lo mejor de ti!
¿Mi consejo?
No exageres, aplica poca cantidad, usa buenos productos y difumina muy bien, de lo contario caerás en lo burdo que puede llegar a ser el contouring.
¡Atrévete a probar y cuéntanos cómo fueron tus resultados!
Florencia.