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¿Cuándo sospechar que hubo un abuso sexual a un niño? Esa es la pregunta que quiso dilucidar la especialista en pediatría forense, abuso y maltrato infantil Lorena Vivanco, haciendo hincapié en saber diferenciar aquellas conductas consideradas normales en el desarrollo sexual de un menor, y las que podrían indicar la existencia de un abuso.
En la charla organizada por el Ministerio de Salud y la Fundación Amparo y Justicia, y en colaboración con Servicio Médico Legal entre otros, Vivanco entregó las pautas, acompañada por su colega Marilyn Kaufhold, con quien trabaja en California, en el Centro Chadwick/Rady Children’s Hospital de San Diego.
Partiendo por señales tal vez algo evidentes, como lo son la revelación del menor de que fue víctima de abuso, cambios notorios en el comportamiento, dolor físico en sus genitales o la existencia de una ETS en el niño, la doctora profundizó en otros signos que no son tal claros a simple vista, no sin antes, aclarar que todas las pistas deben ser evaluadas por un experto -tarea que en Chile es realizada por los médicos forenses, quienes recopilan lo que podría ser la evidencia para un posterior juicio en contra del victimario-.
En cuanto a los cambios en el comportamiento y que podrían estar ligados a un abuso, algunos estudios indican que se observa deterioro en las funciones cognitivas de un niño, el que se representa en un retraso en el lenguaje o en sus habilidades motoras o incluso en una regresión del desarrollo.
Asimismo, se pueden presentar problemas para comer, dormir y calmarse. Esto último, debido a los miedos crónicos que parece adquirir el menor.
“Todos estos comportamientos no mejoran hasta que se aborda y trata el trauma”, informaron en el SML, desde donde también entregaron los signos que, a diferencia de un menor, se ve en adolescentes que han sufrido abusos sexuales: Presencia de un comportamiento arriesgado en su sexualidad, como el tener varias parejas sexuales y exponiéndose a un nuevo abuso; inestabilidad del ánimo, y fracaso escolar unido al consumo de sustancias”.
Las conductas que son consideradas normales en el desarrollo sexual sano de un niño, y que no se debieran confundir con un signo de abuso, son el tocarse y mostrar interés en ver desnudos o en temas sexuales.
Según la OMS, un 20% de mujeres y 5-10% de los hombres fueron abusados, pero se cree que las cifras son más bajas que la realidad.