Departamento de Defensa de EE.UU.
WASHINGTON.- La destitución de la primera mujer responsable de aumentar la participación femenina en la Infantería de Marina (Marines) ha motivado una nueva polémica sobre igualdad de género en la élite militar estadounidense.
La teniente coronel Kate Germano, encargada de reclutar y entrenar mujeres para la Infantería de Marina, fue relevada a finales del mes pasado de su puesto y ahora denunció ser víctima de discriminación por parte de sus superiores.
Germano fue relevada de su mando tras una investigación que denunciaba su "liderazgo tóxico" y por ser "hostil, poco profesional y abusiva", pese a haber conseguido niveles récord en las calificaciones militares de las mujeres.
Según el informe, algunas subordinadas denunciaron sus prácticas, mientras que sus defensores aseguran que su intención fue cambiar la mentalidad entre los Marines y mejorar las notas de mujeres en los cursos de entrenamiento para que el cuerpo más masculino de las Fuerzas Armadas estadounidenses comenzara a cambiar.
Germano ha asegurado que sus superiores la discriminaron y se opusieron a sus esfuerzos para que más mujeres pasen a formar parte de un cuerpo donde solo el 7% de los que visten el uniforme son mujeres, por debajo del 14% de la Infantería y el 15% de la Armada.
Bajo las órdenes de Germano, las notas de tiro con rifle de las mujeres, históricamente muy bajas, mejoraron drásticamente.
Germano denunció que su más directo superior, el comandante de entrenamiento y reclutamiento, el coronel Daniel Hass, promovió elementos descontentos de su batallón para minar sus esfuerzos a favor de mayor participación femenina en los Marines.
Esta polémica, en la que el Congreso podría tener la última palabra y obligar a restituir a Germano, se da en un momento en el que el Departamento de Defensa ordenó a todas sus ramas integrar a más mujeres en rol de combate para 2016.
Casualmente, este fin de semana la Infantería anunció que tres mujeres pasaron las primeras pruebas de la Escuela de Rangers, la fuerza de élite de tropas de tierra, y pasarán a la segunda fase del que es considerado el entrenamiento más duro de las fuerzas especiales estadounidenses.
Las tres mujeres ahora pasarán a una nueva fase de entrenamiento junto con 158 hombres.
