En un post publicado en su blog Goop,
Gwyneth Paltrow comentó sobre la importancia de los bostezos y compartió consejos para optimizarlos.
La actriz relata que el tema surgió en una comida con Michael Lear -yogui, y representante del
mindfulness y la meditación-, cuando la atrapó conteniendo un bostezo.
"Por favor, bosteza", dice Paltrow que le recomendó Lear, quien luego le explicó que ese reflejo "es la principal manera que tiene el cuerpo para liberar y estirar los músculos de la mandíbula y el cuello, después de un largo día de trabajo y conversación".
"Hay una percepción de que es de mala educación o que significa que estás aburrido, pero la realidad es que es un muy importante mecanismo para liberar el estrés", agregó.
Los científicos han hecho varios estudios sobre los bostezos y su utilidad. Así por ejemplo, una investigación dada a conocer en 2014 planteó que el reflejo sirve para regular la temperatura cerebral. Otro estudio, en tanto, afirmó que si una persona se contagia tu bostezo, es un signo de empatía, de ahí que los niños pequeños sean "inmunes" a ellos.
Independiente de la razón que haya detrás, lo cierto es que según Paltrow es posible sacar el mayor provecho de los bostezos siguiendo estas recomendaciones de Michael Lear:
Bostezo #11.- Inclina la cabeza suavemente hacia atrás a una posición cómoda y permite que tu boca se abra ampliamente.
2.- Contrae la parte posterior de la garganta como si fueras a realizar la respiración Ujjayi, que normalmente se hace a través de la nariz con la boca cerrada. Respira profundo por tu boca de manera que puedas sentir que el aire golpea la parte posterior de tu garganta.
3.- Inhala y exhala, y permite que tus hombros se relajen mientras lo haces.
4.- Cuando llegue el bostezo, deja que los músculos de tu mandíbula se estiren.
5.- Repite de 8 a 10 veces hasta que te empiecen a salir lágrimas. A medida que los músculos de la mandíbula se estiran y relajan, y el bostezo se expande, las glándulas lagrimales de los ojos se aprietan y se induce el lagrimeo.
Bostezo #2
1.- Sigue del paso 1 al 4 y cuando el bostezo llegue, junta sólo los labios. Mantén los dientes levemente separados. Al crear esa forma con tu boca mientras bostezas, ayuda a que se alargue y relaje la base de la lengua, y con ello el cuello, la mandíbula y la zona occipital (la parte posterior del cerebro).
2.- Repite de 8 a 10 veces hasta que te comiencen a salir lágrimas.
"Realiza estos ejercicio durante todo el día, especialmente antes de acostarte, para liberar la tensión y energía acumuladas", aconseja la actriz.