¿Qué harías si tras conocer a alguien que te encantó, te dijera que eres maravillosa, pero lamentablemente, muy gorda como para enamorarlo? Aunque suene increíble, eso le pasó a una escritora británica de 30 años, que tras recibir una extensa misiva de su cita de
Tinder, en la que le decía lo encantadora que era, pero con sobrepeso, le escribió otro largo mensaje en su blog, recibiendo miles de visitas y el apoyo de los usuarios de la web y de medios internacionales.
A fines de junio, Michelle Thomas se juntó en un pub con un hombre que había conocido antes, solo a través de Tinder. Luego él la invitó a cenar a un restaurante, para terminar la velada caminando abrazados por la calle, hasta la estación de trenes, donde se despedirían con un beso. “Fue una agradable noche estándar”, según describió la propia mujer, antes de narrar que al día siguiente, recibió el siguiente mensaje de su cita:
“Hola Michelle, perdona, pero he estado súper ocupado hoy en el trabajo. Gracias por la maravillosa velada de anoche. Disfruté mucho tu compañía y te adoro. Eres fresca y divertida, justo el tipo de mujer con la que me gustaría salir, si solo mi cuerpo y mi mente me lo permitieran. Pero me temo que no (…) Realmente me gustas, Michelle, y creo que eres la mujer más bonita que he conocido. Pero mi mente esperaba ver a alguien más delgado”.
Tras señalar que no era alguien superficial por decir lo que pensaba, el hombre continuó: “Me atrae mucho tu mente, tu cara, tu personalidad (y por Dios que realmente me atrae), pero no puedo decir lo mismo de tu figura.
Me puedo sentar ahí y coquetear contigo y tener la velada más increíblemente divertida, pero tengo esta desagradable sensación de que cuando nos desvistamos, mi cuerpo no responderá (…)
Me casaría contigo sin dudarlo si fueras un poco más delgada, porque tu ingenio es único y realmente me encanta (…) Por favor, trata de perdonarme. Te adoro”.
“¿Significa eso que no puedo amar y disfrutar de mi cuerpo ahora? ¡Ni loca!”“Quedé devastada”, dijo Michelle a The Independent. Y tras unos días, decidió responder el mensaje de la siguiente forma en su
blog: “Querido hombre que conocí en Tinder, estaba en otra cita cuando recibí tu mensaje. Él volvió del baño y me encontró en un mar de lágrimas. Él era encantador, pero esto lo desconcertó y no ha vuelto a escribirme desde entonces. No tengo por qué atraerte. Todos tenemos un buen amigo al que miramos con pesar, pensando, ‘eres encantador, pero no me provocas nada’, y nos gustaría sentirnos atraídos hacia él, pero nuestros cuerpos y mentes no funcionan así, y está bien. Lo que no está bien es qye después de pasar un par de horas conmigo, te hayas tomado el tiempo de escribir este mensaje totalmente fuera de lugar”.
“Tu tono es condescendiente, y la forma detallada en la que describes cómo te disgusta mi cuerpo es realmente grotesca. Y el único objetivo posible de eso es hacerme daño. Y me avergüenza decir que por un momento, funcionó. Lograste despertar un temor oculto que toda mujer tiene desde su adolescencia: que no importa cuán divertida, inteligente, amable, apasionada, fiel, determinada, aventurera y vibrante seas; si eres gorda, nadie te va a encontrar atractiva”.
“Ya sé que tengo sobrepeso. Te puedo decir exactamente cuánto: 9 kilos. Ya he perdido 6, pero me faltan otros 9. Y estoy feliz así. Los voy a bajar de forma sana y segura. ¿Significa eso que no puedo amar y disfrutar de mi cuerpo ahora? ¡Ni loca!”.
Tras informarle que no volverán a tener contacto y que, si desea, no tiene para qué responder el texto escrito en su blog, ya que no habrá nada que le haga pensar que él no es una “desgracia para su género”, Michelle le explica que el único motivo por el que decidió responderle de forma pública es porque él tiene una hija de 13 años: “Quiero que la animes a amar, disfrutar y cuidar su cuerpo. Le pertenece a ella y solo a ella. Alaba su intelecto y creatividad. Anímala a superarse y a no tener miedo. Dale las herramientas para que tenga una autoestima a prueba de bombas, para que si un pequeño e infeliz hombre le quiere hacer daño, pueda responderle como yo lo hago ahora. Simon. Besa. Mi. ‘Incasable’. Exquisito. Trasero”.
