La torre 0ne57 tiene 306 metros de altura, 75 pisos y 92 lujosos apartamentos.
AFP
NUEVA YORK.- Cada vez más altos, más delgados y más caros: una nueva generación de rascacielos en Nueva York, algunos más altos que el Empire State, está alterando la silueta citadina más famosa del mundo.
Su punto en común es que son extremadamente delgados y que los precios de sus apartamentos son estratosféricos: tres de ellos fueron vendidos recientemente por más de 100 millones de dólares cada uno.
Media docena de edificios están actualmente en construcción en el sur de Central Park, con magníficas vistas al pulmón verde de Manhattan. Otros se concentran en torno al Madison Square Park y algunos un poco más al sur.
"Hay un nuevo tipo de rascacielos que está comenzando a aparecer en Nueva York", dijo Carol Willis, historiadora y curadora del museo de los rascacielos de la ciudad, The Skyscraper Museum.
Estas construcciones "proliferarán en los próximos cinco a 10 años y realmente cambiarán el carácter de la silueta de Manhattan".
Los edificios tienen entre 50 y 90 pisos. Sus arquitectos en ocasiones son celebridades internacionales y sus compradores multimillonarios de todo el mundo, que consideran estos "apartamentos trofeo" en el cielo como una gran inversión o una vivienda temporal.
La torre 0ne57, en el 157 West de la calle 57 del sur de Central Park, es uno de los primeros ejemplos. Terminada en 2014, tiene 306 metros de altura, 75 pisos y 92 lujosos apartamentos entre las nubes.
Llegó a ser brevemente la torre residencial más alta de Nueva York, hasta que fue destronada por 432 Park, un rectángulo ultradelgado de 104 apartamentos, 96 pisos y 425 metros de altura que está casi terminado y se ve desde todo Manhattan. Es más alto que el emblemático Empire State Building, que mide 381 metros sin la antena y 443 metros con ella.
Un proyecto en 217 West de la calle 57 superará los 472 metros. Otro, en la 111 West de la 57 y cuyas obras se prevé terminen para 2018, tendrá 435 metros de altura en 80 pisos y sólo 60 apartamentos, algunos de ellos dúplex. Particularmente delgada, esta torre no mide más de 18,28 metros sobre 24,38 en su parte más ancha.
Sombras en el parque
No es la altura, que hasta ahora había definido Nueva York, lo que impresiona. Es la delgadez y delicadeza de los edificios.
Esto se explica por el costo del terreno, pero también por una especificidad de la ley neoyorquina: desde 1961, limita los metros cuadrados disponibles para la construcción, pero no la altura.
Los constructores pueden comprar entonces los "derechos de aire" de los edificios vecinos más pequeños, lo que les permite elevar torres más altas y garantizar a sus clientes una espectacular panorámica.
Tal garantía viene gracias a que los vendedores vecinos no podrán jamás construir en la altura una vez vendidos sus derechos de aire, que pueden alcanzar los 6.500 dólares por metro cuadrado.
"La vista tiene un valor y este valor se refleja en el precio de los derechos de aire", explica Carol Willis.
Pero estas torres filiformes, que son posibles gracias al progreso tecnológico, no hacen felices a todos.
Las primeras en ser construidas ya proyectan largas sombras sobre Central Park, que se ciernen sobre terrenos deportivos, el zoológico y la histórica calesita, según denuncia la sociedad municipal de las artes de Nueva York (MAS, en inglés), en un informe donde detalla las sombras que las nuevas construcciones dejarán en el parque.
"Creemos que el acceso del público a la luz, el aire y el espacio verde no puede ser sacrificado", señala el informe. "Proteger estas cualidades es muy importante para la salud económica de Nueva York y para el bienestar de los neoyorquinos".
El documento de MAS agrega que casi todos los rascacielos están siendo construidos sin evaluar su eventual impacto y exige una actualización de las normas de planificación urbana de la ciudad que tome en cuenta este aspecto.
Pero, según Carol Willis, estas torres ultradelgadas serán una excepción en Nueva York, debido a sus enormes costos de construcción.