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¿Qué hacer cuando el nacimiento de un hijo afecta la intimidad de pareja? Los consejos de una sexóloga

La principal recomendación de Constanza del Rosario es no dejarse estar y esperar a que el tiempo lo solucione todo. "Mientras antes pida apoyo y guía, mucho mejor", dice.

19 de Agosto de 2015 | 10:11 | Por Constanza del Rosario
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Si hay algo que no ha dejado de llamar mi atención, a lo largo de los años de mi práctica clínica, es la cantidad de parejas que llegan en crisis tras el nacimiento de un hijo. Usualmente, padres primerizos de bebés de meses o infantes menores de cuatro años, que desean fervientemente sacar adelante su relación de pareja, no sólo por su familia e hijos, sino por el bienestar de ellos mismos, ya que desde hace un buen tiempo se sienten insatisfechos con su relación de pareja.

Frases como "me siento solo, poco apreciado, poco apoyado, poco comprendido y atendido" son usuales de escuchar en la consulta, de boca de estos padres, que en lo más profundo, se preguntan ¿Cómo acercarme a mi pareja si mis hijos consumen todo mi tiempo y energía? ¿Cómo retomar la intimidad ahora que somos padres?

Volverse padres es para gran parte de las parejas una importante crisis para la cual la mayoría no están preparados. Creemos que el nacimiento de un hijo será un evento que solo conllevará felicidad y bienestar para la relación, ya que este ser, producto del amor, "obviamente" nos unirá más que nunca como pareja. Sin embargo, la realidad es que ser padres es una experiencia tan maravillosa como estresante y agotadora. Atender las necesidades de nuestros hijos día y noche, resulta, para la gran mayoría, desgastante.

Lo que uno ve en la consulta, es que estas parejas que alguna vez fueron amigos y amantes, desde el nacimiento de sus críos no tienen (ni priorizan) tiempo alguno para el otro, ya que, además de que sus hijos se han vuelto el centro de sus vidas, están demasiado agotados o sobre demandados como para dedicar su "tiempo libre" a la pareja, priorizando el ver televisión, trabajar en tareas domésticas o laborales pendientes, o simplemente dormir. Consecuentemente, la conexión de pareja se va deteriorando y dejan de funcionar como equipo; condición que facilita el que aparezcan actitudes hostiles o distantes hacia el otro, expresadas en forma de irritabilidad, poca tolerancia, negatividad, tristeza, angustia o frustración.

Estudios como los realizados por The Gottman Institute señalan que tras el nacimiento de un bebé, la satisfacción matrimonial cae drásticamente en dos tercios de las parejas. Según estos investigadores, alrededor del 67% de las parejas se sienten infelices con su relación durante los tres años siguientes al nacimiento de un hijo y solamente un 33% de las parejas se mantienen felices junto al otro durante este periodo de sus vidas. Asimismo han señalado que el 83% de los nuevos padres experimentan una crisis de pareja, moderada a grave, en su transición a la paternidad. Y que los primeros tres años tras el nacimiento de un hijo son es un periodo particularmente crítico para que ocurra un affair.

En definitiva, la transición de ser pareja sin hijos a ser padres suele ser una experiencia muy difícil de afrontar para la mayoría, particularmente sino no cuentan con la guía adecuada. Lamentablemente, pese a que todos confrontaremos problemas similares, nadie nos ha enseñado cómo permanecer conectados como pareja cuando llegan los hijos.

Camino, que según mi experiencia clínica con estas parejas, implica adquirir una serie de habilidades relacionales que nos facilitarán flexibilizarnos y adaptarnos a esta nueva realidad; negociar nuevos contratos y roles dentro de la relación acorde a las nuevas necesidades y posibilidades actuales; realizar, sin tanto pesar, el duelo de una etapa anterior para dar inicio al trabajo en conjunto en pro de la construcción de otra. Así como el establecer nuevos modelos y prácticas en pro de la intimidad emocional y erótica de la pareja.

Mi consejo: recuerde que tener una crisis de pareja tras la llegada de los hijos es altamente esperable, lo importante es cómo se la enfrenta, ya que de esto dependerá que resulte o no beneficiosa para la relación. No deje al paso del tiempo la responsabilidad de solucionarla (error frecuente de la gran mayoría) mientras antes pida apoyo y guía, mucho mejor. Sus hijos se lo agradecerán; ya que no hay nada más importante para el bienestar y crecimiento emocional de sus críos que la pareja parental estén conectados, felices y armónicos.

Saludos,

Constanza del Rosario (www.constanzadelrosario.cl; @Consdelrosario)
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