SANTIAGO.- La práctica de actividades físicas en el aire, usando columpios, cintas o cuerdas, hace años que dejó de ser algo propio de un espectáculo circense, el cual alcanzó su cúspide artística con el Cirque du soleil.
Hoy está al alcance de los que buscan nuevas disciplinas para estar en forma, mezclando exigencia física y arte, como complemento de una vida saludable, o para partir bajando los kilos de más ahora que ya se inicia septiembre y el verano está más cerca.
En Santiago las academias se han abierto a estas tendencias e imparten clases de TRX, Bounce, pilates en el aire o aeroyoga con distintas variaciones, adaptándolas de acuerdo a la propia experiencia que han adquirido profesores en el área del bienestar.
Una de ella es la instructora Viviana Zurita, que lleva más de 10 años dedicada a la danza y el wellness. Ella desarrolló su propio sistema de entrenamiento, denominado AeroFitness, una fusión entre el Yoga y el Pilates Aéreo, que actualmente enseña en su
academia Naia Studio, en Ñuñoa.
"Rescaté lo mejor de ambas disciplinas para maximizar los beneficios de la práctica generando una herramienta para ayudar a mejorar la corporalidad de las personas. Es una lúdica fusión entre el Yoga y sus distintas asanas, y el Pilates y la fuerza de su entrenamiento corporal en un columpio de tela, desafiando completamente la gravedad", explica.
"Siempre adoré los columpios desde niña y esta actividad permite disfrutar de una manera lúdica el entrenamiento. El trabajo corporal es intenso y he visto muy buenos resultados en poco tiempo", añade la instructora.
Coincide en ello Felipe Zarzar (28 años), uno de los tangueros más conocidos de Chile, quien ha practicado aeroyoga para mantener el estado físico que requiere para sus clases. "Es un trabajo intenso, hay que tener bastante resistencia mental y física. No es sólo relax. Es trabajo muscular con tu propio peso, que debes administrar para moverte. Puede parecer difícil pero se puede dominar. Para mí es una forma de acondicionamiento físico y sales renovado después de una hora de clase. Lo recomiendo", señala.
Marcelo Gutiérrez, instructor de AirYoga en la academia
Pilates El Arte, junto con destacar que esta disciplina genera interés por lo novedoso que resulta ejercitarse en el aire, añade que no es difícil de dominar si se es constante.
"La clase normal dura máximo 60 minutos. Se parte con simples ejercicios para hacer un calentamiento previo. Y luego va de menos a más: se trabaja estiramiento, cardio, relajación, todo en el columpio, y ejercicios de suelo. Generalmente, para acompañar, se escucha música de relajación, yoga, zen o mantras", explica.
En cuanto al dominio de la respiración y corrección postural, indica que la primera "se puede aprender el primer día de una clase; las correcciones posturales van a depender de la cantidad de clases que se tomen para aprender la mejor técnica para el ejercicio. El tiempo solo dependerá de cuán aplicado seas".
El uso del columpio tampoco es difícil. "El equipo es simple y fácil de entender. Lo más complicado es vencer el miedo y confiar en el columpio; saber que no te vas a caer. También cuesta en un principio manejar el cuerpo, ya que comienzas a trabajar con tu propio peso en suspensión, entonces debes comenzar a controlar tu propio cuerpo", explica Viviana Zurita.
La instructora dice que no hay que olvidar que la principal característica es el sentirse nuevamente niño y disfrutar de un constante juego.
"Es un trabajo lúdico, fuerte, desafiante y que una vez realizada la práctica te renueva completamente. Sientes tu cuerpo tonificado, liviano, ágil y lleno de energía. Desaparecen los dolores de espalda y columna. Es un bienestar y plenitud que te inunda. Esa sensación es mágica y comienza a ser adictiva", destaca Viviana.
Beneficios de trabajar con la gravedad
- Desbloquea la cintura y descomprime la columna vertebral liberando las tensiones y dolores.
- Estimula la circulación sanguínea y desintoxica el cuerpo a través de las posturas de inversión y respiración, limpiando los órganos internos.
- Mejora el estado general de los músculos y de las articulaciones.
- Aumenta la actividad del cerebro, aumentando capacidad tridimensional consiguiendo una actividad mental elevada.
- Relaja la mente y oxigena el cerebro.
Otras disciplinas aéreas para tener en cuenta
TRX: es una modalidad de fitness en la que a través de la tensión y presión que se ejerce sobre unos tirantes de nylon suspendidos del techo, se puede fortalecer y potenciar la musculatura del cuerpo, además de mejorar la coordinación y la flexibilidad.
Esta disciplina surgió de la necesidad de los SEALS, cuerpo de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos, de mantener una condición física óptima cuando las circunstancias de su labor implicaban que no tuvieran a su disposición ni el espacio ni los equipos tradicionales de entrenamiento.
Bounce: entrenamiento que originalmente se utilizaba como una terapia de ejercicio para la rehabilitación, en la que los pacientes se recuperaban de lesiones por medio de saltos y movimientos sobre una mini cama elástica. Primero se realizan ejercicios de estiramiento sobre el suelo, luego cada uno se sube a su “saltarín” y el profesor comienza a liderar una serie de ejercicios aeróbicos con saltos.
Slackline: deporte de equilibrio en el que se usa una cinta que se engancha entre dos puntos fijos, generalmente árboles, y se tensa. Se diferencia de la cuerda floja en que se utiliza una cinta plana en lugar de una cuerda, como usaban los antiguos funambulistas. Tampoco se usa ninguna herramienta para ayudarse a mantener el equilibrio, como varas u otros medios.
Pole Dance: el baile en barra, pese a sus inicios eróticos en clubes nocturnos, hoy en día es considerado como una forma reconocida de ejercicio y puede ser utilizado como una gimnasia aeróbica o anaeróbica. Aumenta la fuerza superior del cuerpo (utilizando el propio organismo como la resistencia), además de tonificar abdomen y extremidades.