Todos hemos escuchado alguna vez eso de que 'antes' la vida era más sencilla, se compartía más y se disfrutaba de las cosas más simples; en referencia a la era digital en la que nos encontramos. Las críticas hacia Internet apuntan siempre a la falta de privacidad que es parte de su naturaleza, a la escasa interacción social que deriva de su uso o a que constantemente nos muestra lo que no tenemos y no podemos conseguir (que, a todo esto, en lenguaje de redes sociales se llama Fomo).
Pese a eso, un estudio publicado en el semanario "Computers in Human Behavior" (Computadores en el Comportamiento Humano) intenta demostrar que Internet ha hecho que la sociedad sea más feliz.
El artículo, titulado "La Satisfacción de la Vida en la Era de Internet", es el primer estudio basado en una investigación de largo plazo sobre el impacto de las nuevas tecnologías de la información sobre la satisfacción personal. El análisis, realizado por 2 científicos israelíes, se basó en encuestas realizadas a más de 70 mil personas en el plazo de una década.
La investigación, a través de una serie de variables, logró aislar la relación entre el uso de internet como parte de la vida cotidiana en la población desde 2005 y la percepción de bienestar (la que resultó ser un poco más alta en la población más joven).
Entre los segmentos de población que mejor evalúan el impacto de Internet en sus vidas se encuentran los adultos mayores, las personas de menores recursos, los enfermos y las personas con algún grado de discapacidad. Uno de los autores del estudio dijo: "Si los ciudadanos de edad avanzada, la gente que vive pobreza y y los que tienen problemas de salud tienen posibilidad de usar las muchas opciones que ofrece la red, puedes experimentar una mayor satisfacción en el largo plazo y avanzar en una sociedad aún más próspera".
Algunos datos para el contexto
- En el mundo, se estima que en promedio el 40% de la población tiene acceso a Internet.
- Esa cifra sube al 78% en países desarrollados y baja hasta el 32% en los países más pobres.
- En Chile, el Banco mundial estima que la penetración de Internet alcanza a cerca del 70% de la población (lo que, al menos en esta variable, ubica a nuestro país entre los más desarrollados).
- En EE.UU. el 15% de los habitantes no tiene acceso a Internet, lo que en su mayoría corresponde a adultos mayores o personas de bajos recursos. Adicionalmente, 17 millones de estadounidenses acceden a la red sólo a través de su teléfono móvil.
Pese a que han surgido críticas respecto del estudio, por ejemplo, no considera el objetivo con el que las personas utilizan Internet (estudio, diversión, trabajo, investigación, etc.), la información publicada sí aporta a aclarar el rol que ocupa en nuestras vidas.
Un blog publicado por Caitlin Dewey, editora web de The Washington Post comenta: "Si bien la literatura no ha podido establecer con certeza que el uso de Internet nos hace más felices, podemos suponer que hay mucho más a favor que en contra. Claro, revisar Instagram puede hacerte sentir que tuviste un verano mediocre, y estar a cargo de un sitio en Facebook puede ser estresante y dedicar horas a ver pornografía o 4Chan o jugar League of Legends puede terminar aislándote. Sin embargo, esos problemas son eclipsados, muchas veces, por los beneficios psicológicos de Internet, como tener acceso a información de todo el mundo, además de ser parte de una enorme comunidad de familia, amigos y extraños".
La pregunta queda aún por contestar. Sin duda el impacto de las tecnologías de la información en la sociedad motivará muchos estudios más. Pese a ello, y dado que la felicidad es un concepto tan personal, cada uno puede responderla desde su experiencia: si efectivamente Internet daña las relaciones interpersonales y hace que la gente termine deseando cosas que están fuerza de su alcance, ¿sería todo mejor si no existiera?
