SANTIAGO.- Las redes sociales son parte de la contingencia diaria. Temas políticos como el aborto, la migración o las medidas del Gobierno se prestan para discusiones entre usuarios de Facebook, Twitter e Instagram que, por lo general, no se conocen entre sí.
Y aunque estos espacios son entendidos como un medio de difusión de información, también se prestan para discusiones en donde se pueden encontrar todo tipos de comentarios, prejuicios y críticas que evidencian que la gente parece estar enojada en la web.
De acuerdo al Centro Simon Wiesenthal, Twitter es la red social que facilita la difusión de mensajes de odio. La razón sería que todos pueden publicar lo que sea sin un filtro previo y, además, muchos lo hacen amparados por el anonimato.
Esa es una de las características que es parte de la naturaleza de Internet y que fue adoptada por las redes sociales desde sus inicios: permiten la clandestinidad o anonimato de sus usuarios y la potencial publicidad de sus contenidos, que pueden ser falsos. Esto porque quienes usan las redes sociales se amparan en su derecho a la libertad de expresión para justificar la difusión de mensajes.
Pero, ¿hasta qué punto se hace valer la libertad de expresión? La RAE define este concepto como el "derecho a manifestar y difundir libremente el propio pensamiento", pero ¿tiene límites? De acuerdo al filósofo John Stuart Mill -autor de un dicho muy conocido popularmente- la libertad de expresión es un acto libre mientras no se le haga daño al prójimo.
Tanto en Facebook como en Twitter las líneas de tiempo se organizan con los contenidos de otros usuarios a los que seguimos o tenemos como “amigos”, además de los contenidos de noticias y publicidad pagada. La manera en que se ordenan estos espacios guarda relación con algoritmos diseñados por cada red social, especialmente en el caso de Facebook, que están constantemente cambiando el orden a través de diversos indicadores.
Las redes sociales procuran "conocer" cada vez más a los usuarios a través de los clics, "me gusta", retweets, favoritos y otras decisiones que en ningún caso pasan inadvertidas.
Los trolls
Agresivos, con humor negro, muchas veces crueles y, algunas, hasta peligrosos. Esas son algunas de las características que podrían definir a "los trolls" de internet. Personas que suelen estar constantemente atacando o criticando todo lo que se publica en las redes sociales. Muchas veces, protegidos por el anonimato.
Este "bullying digital" ha traspasado la barrera de Internet y ha tenido consecuencias en la vida real. Algunos casos incluso han terminado con los afectados quitándose la vida. Para enfrentar esta realidad, las redes sociales han implementado en sus políticas de uso el que los usuarios puedan denunciar y/o bloquear a quienes no se adecuen a las reglas.
Herramientas de privacidad o filtro son cada vez más comunes de encontrar en la configuración de perfiles.