Esta semana, Al Saadawi abrirá una conferencia en España dedicada a la igualdad de género, organizada por la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Beatriz Silva, El Mercurio.
EL CAIRO.- La escritora, rebelde y activista egipcia de 84 años Nawal al Saadawi sostiene que "el mundo entero ha fracasado en conseguir la igualdad entre hombres y mujeres" y está convencida de que solo el pueblo puede encabezar la lucha por un mundo más justo.
"No sólo el norte de África, también Estados Unidos; todo el mundo ha fracasado en conseguir la igualdad entre hombres y mujeres", asegura Al Saadawi, que mañana abrirá una conferencia en España dedicada a la igualdad de género, organizada por la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Con una energía desbordante, a la luz tenue de una lámpara de pie, Al Saadawi explica en el salón de su casa que no se puede lograr la igualdad de género "mientras todo el sistema siga levantado sobre la desigualdad de clases, naciones, razas o religiones".
"Tenemos una cada vez mayor brecha entre hombres y mujeres, ricos y pobres, blancos y negros (...) No es solo una cuestión de género", sostiene esta mujer combativa, encarcelada durante la presidencia de Anwar al Sadat, y vetada y censurada en tiempos de Hosni Mubarak. "La opresión de la mujer no está separada de la opresión del pobre o de la opresión del negro", declara Al Saadawi, que no duda tampoco al afirmar que "no puede haber amor (entre un hombre y una mujer), mientras no haya igualdad".
Para ella, el origen del problema está en lo que denomina el "sistema capitalista neoliberal patriarcal y colonialista" que, entre otras cosas, se apoya en la religión y en los grupos fundamentalistas "para luchar contra la igualdad entre el hombre y la mujer, y entre pobres y ricos".
Convencida de que lo global no puede desvincularse de lo local, responsabiliza tanto al Ejecutivo egipcio como a los Gobiernos regionales, a Estados Unidos y a la Unión Europea del aumento de los grupos radicales o del actual flujo migratorio hacia Europa.
Según esta psiquiatra, nacida en 1931 en la localidad de Kafr Tahla, la revolución egipcia, que comenzó el 25 de enero de 2011 y que "trajo la esperanza" de un cambio, fracasó porque "cayeron las cabezas del régimen de (Hosni) Mubarak, pero su cuerpo permaneció". Cuatro años después, agrega, los problemas continúan.