SANTIAGO.- “Los estacionamientos de la gente gorda deberían estar atrás de mall, para que caminen hasta la puerta y quemen algunas calorías (…) Se quejan y huelen a salchicha, y puede que ni siquiera coman salchicha, solo es su aroma. Son tan gordos que transpiran con solo estar de pie. La grasa les sale por los poros”. Esto es solo parte de la rutina que subió a YouTube el viernes pasado, Nicole Arbour, una comediante y vlogger canadiense, provocando una serie de reacciones que terminaron con la suspensión temporal de su cuenta y miles de críticas a su persona.
El video, titulado “Dear fat people” (querida gente gorda), ha sido visto a la fecha de hoy más de 21 millones de veces, comienza con Arbour diciendo que “mucha gente se volverá loca con esto. ¿Qué van a hacer conmigo, gente gorda? ¿Me van a perseguir? Se van a ver como Frankenstein, y podría escapar de ustedes caminando a un paso más que normal”.
En resumidas cuentas, lo que la canadiense dice en su video es que las personas con sobrepeso, son netamente por ser flojas, por no tener fuerza de voluntad de comer menos y ejercitarse, y que la discriminación que acusan por parte de la sociedad, es una carta inventada por ellas para seguir siendo gordas.
¿Una sátira o discriminación?
Las críticas no se hicieron esperar, a tal nivel, que por ser considerada ofensiva, la cuenta de Arbour en YouTube fue cancelada durante unos días, aunque hoy ya es posible ver nuevamente el video con normalidad. Aunque durante sus días de suspensión, la canadiense hizo sus descargos a través de Twitter, donde reclamaba que en la plataforma virtual se pudieran ver videos explícitos de tortura y muerte y a ella la censuraran por hacer una “sátira”.
Y aunque hubo un número no menor de gente que la apoyó, alegando que las medidas tomadas en contra de la canadiense fueron exageradas, y que “la obesidad no tiene por qué ser inmune a los chistes o a las críticas”, como dijo un YouTuber, “skagg 3”, un número mayor de personas y sobre todo de medios de comunicación parecen haber caído en picada sobre Arbour, por considerar sus palabras de muy poco tino, considerando la lucha que mucha gente con sobrepeso ha hecho en los últimos años por evitar las descalificaciones por el físico y por no tomar en cuenta a aquellas personas que por distintos motivos de salud no logran bajar de peso y deben sufrir burlas o incomodidad al respecto.
“El verdadero problema aquí es por qué en 2015, aún existen personas como Arbour que encuentran aceptable proclamar con orgullo su desprecio visceral por –y yo diría, odio por- un grupo determinado de personas”, escribió Rachel Kramer en Salon.com.
Asegurando en su video que sus chistes no se deben a odio, sino a preocupación por la salud de la gente, Arbour argumentó: “No les estoy diciendo esto por ser maldita, se los digo porque sus amigos debieron hablarles antes (de esto)”. “¿Les dicen a sus doctores que les están ofendiendo cuando les dicen que su sobrepeso les puede causar una enfermedad cardiaca? Y no me refiero a la gente que tiene un rollito por aquí y por allá (…) Estoy hablando del 35% de norteamericanos que son obesos, y con eso me refiero a que son tan gordos que están afectando su propia salud”.