EMOLTV

Coaching musical: Los gerentes también saben cantar

Dos veces a la semana, y durante varios meses, un grupo de altos ejecutivos se reúne a entrenar su voz, ensayando canciones de Queen o actos de El Fantasma de la Ópera, con el objetivo de descubrir su lado más emocional. Revista Viernes se metió en los ensayos y los orígenes y detalles de este nuevo estilo de coaching.

11 de Septiembre de 2015 | 13:43 | Por Cristóbal Bley, Revista Viernes
REVISTA VIERNES

Es la hora del taco de un miércoles, el final de un día de trabajo, y cuatro mujeres muy formales, en el salón de una oficina, se ponen a cantar. “Iari iari iari, iori iori iori”, dicen a coro, afinando sus voces, soltando las cuerdas vocales. “La i le da brillo y la a le da fuerza”, les explica Manuel González, entrenador vocal, dirigiéndolas con los dedos. “Suelten la tensión del día, ya se acabó la pega”. Ellas repiten, ahora más coordinadas: “Iari iari iari, iori iori iori”. A un lado, cuatro hombres trajeados, de reloj, zapatos y chaqueta, esperan su turno para ponerse a cantar.

Son las 19:20 y este grupo de personas, mujeres y hombres algo cansados está compuesto por gerentes de primera línea de grandes empresas nacionales y extranjeras. Llevan casi dos meses reuniéndose miércoles y jueves, dos horas después de la oficina, para cantar y practicar un número musical. “Iiaaaaaaaaa”, cantan ahora los varones, entre los que están el gerente de un banco español y otro de una compañía tecnológica norteamericana. Podrían estar camino a su casa o en medio de una importante reunión, pero todos ellos aceptaron la invitación de People&Partners, una empresa de consultoría que, para celebrar su aniversario número 15, llamó a una docena de ejecutivos para que entrenaran su voz, aprendieran unos versos, se metieran en un personaje y cantaran en vivo en un musical.

“Es como una terapia”, se justifica Gonzalo Arano, country business manager de 3M, un boliviano que hace seis años vive en Chile y que para este evento, que se realizará a fines de septiembre en el Club de la Unión, debe cantar como Freddy Mercury en “Bohemian Rapsodhy”. “Mamma, I just killed a guy”, recita Arano suavemente, en un perfecto inglés, mientras Manuel, el instructor, le pide que se suelte más, que saque la voz desde el fondo. “Yo nunca canté, ni en la ducha”, dice. “Pero aprender, entrenar y tener que hacerlo después frente a un público es un desafío, un reto. Además de ser divertido, me permite derribar mis miedos, vencer el pánico escénico. Eso sí, no es fácil ser Freddy Mercury”.

Cristián Lopicich, 62 años, gerente de banca institucional del Banco Santander, se cree más el cuento. De chico le interpretaba boleros de Lucho Barrios a su padre, y él mismo cumplió cincuenta años, se puso delante de un micrófono a cantar. “Invité a todas las personas importantes de mi vida, desde mis nanas a mi dentista y sicóloga. Contraté a una orquesta y al productor musical de Sábados Gigantes, y como regalo a todos ellos, por acompañarme en estos cincuenta años, les canté ‘Color Esperanza’, de Diego Torres”. Ahora, doce años después, su rol es el del Fantasma de la Ópera. “Es difícil, me cuesta cambiar de agudos a bajos, pero me encanta. Venir acá te saca toda la mala onda del día y te deja como nuevo”.

A Marcela Bravo, gerenta de Asuntos Corporativos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), le tocó el papel de Christine Daaé, la heroína del Fantasma de la Ópera, en la versión popularizada por Sarah Brightman en 1998. “The Phaaaaaantom of the Opera is here”, canta Marcela, cerrando los ojos y llegando a unos tonos altísimos, más propios de una soprano que de una ingeniera comercial. “Yo en el auto canto a gritos, me da lo mismo con quien vaya ni que me miren en los semáforos. También cantaba en los actos de colegio y lo sigo haciendo en la casa, pero desde que participo de estos programas me he dado cuenta no sólo de que puedo cantar bien, sino que además me conozco mejor a mí misma”.

Sigue leyendo sobre la experiencia de los gerentes en este musical y los nuevos estilos de coaching en Revista Viernes de La Segunda.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?