El mal hábito de rechinar los dientes o apretarlos, se conoce comúnmente como bruxismo. Generalmente se produce al dormir, pero también puede ser durante el día, dañando los dientes, generando fracturas o desgastes, y hasta incluso llegándose a soltar. También puede producir dolores de cabeza y en el cuello, pero por sobre todo, en los músculos de la mandíbula, causando dolor y rigidez, deteriorando las articulaciones temporomandibulares y produciendo sensibilidad dentaria.
Hay que aclarar que el bruxismo es un signo o síntoma y no una enfermedad como tal. Se puede presentar a través de muchas patologías, por lo que no sólo se debe tratar el daño sino la causa más profunda.
Imaginemos que estamos con un zapato más alto que el otro, generando que las piernas estén a diferente altura, y que la cadera se gire y la espalda se curve, causando dolor en esas zonas. El cuerpo en forma natural tratará de eliminar el taco más alto del zapato, desgastándolo para compensar. Lo mismo se produce en los dientes con el bruxismo.
Por ello, el tratamiento debe ser multidiciplinario, aunque la solución más común sea hacer una placa de relajación o plano de estabilización. Este tratamiento será sólo algo paliativo si no existe un diagnóstico que permita tratar el bruxismo desde su raíz. Si hay una causa emocional, probablemente se debe tratar al paciente disminuyendo su ansiedad. Si es por una falla en la articulación dental y/o problema muscular, éstos también deben ser tratados fundamentalmente con un buen diagnóstico.
A todos nos puede pasar y a cualquier edad. Es muy frecuente escuchar en mi consulta a los padres relatar que sus hijos pequeños hacer sonar los dientes, lo que puede ser normal hasta cierta edad como mecanismo fisiológico, no generando una patología. Esto debería ser temporal porque al cambiar los dientes de leche por los definitivos, tiende a desaparecer, pero también puede ser la antesala de un bruxismo futuro. En los adolescentes y adultos es diferente porque podemos ver los signos de un mal hábito no tratado por años.
Algunas recomendaciones:
- Detectar la causa lo más pronto posible, disminuyendo los daños si ya está presente. Muchas personas que han tenido bruxismo por años, en realidad tienen otra patología y el bruxismo es solo una expresión de ésta.
- Tratar la causa y limitación de los daños con una placa de relajación. Dentro de las causas se puede por ejemplo tratar a un paciente con un neurólogo, kinesiólogo, psiquiatra, fonoaudiólogo, entre otros.
- Detectar a tiempo los casos más severos, como son cambios en la simetría de la cara y la imposibilidad de abrir la boca debido a una contractura muscular grave.
Saludos,
Doctor Ricardo Diez, odontólogo de Clínicas Norden.