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Psicóloga llama a los padres a involucrarse en el juego de sus hijos

Según Francisca Puga, el juego en el hogar puede ser más enriquecedor que el que se realiza en el jardín infantil o colegio. Aquí algunas pautas para facilitarlo.

14 de Octubre de 2015 | 11:51 | Emol
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Fotobanco
Por lo general, los adultos tienden a ver el juego infantil como algo normal y propio de la edad. Todos los niños juegan y eso a nadie le extraña. Sin embargo, poca atención se presta a la importancia que tiene para su desarrollo el juego o aquellas actividades que los niños realizan para entretenerse.

"Por medio de éste, los niños desarrollan sus habilidades cognitivas como aprender colores, formas, causalidades, cantidad; sus habilidades sociales y morales como los turnos, la competencia y la empatía; sus habilidades psicomotoras como correr, saltar, cortar, encajar y el conocimiento del cuerpo, sus límites y posibilidades", explica la psicóloga Francisca Puga.

Pero eso no es todo, porque el juego también sirve para expresar y conocer sentimientos y emociones, como la alegría, el miedo, la pena o la ansiedad.

La especialista, quien es directora de Triple P -Programa de Parentabilidad Positiva, que entrega a los padres ideas simples y concretas para mejorar la conducta de los hijos y la relación con ellos-, añade que el juego cambia en la medida que los niños crecen. Así, cuando son pequeños, el juego es más solitario; luego comienzan a asociarse a otros niños, pero si poder organizarse demasiado ni establecer reglas; y por último, a finales de la etapa pre-escolar, se da un juego más colaborativo, donde hay una organización, al menos un líder y niños que están o no están claramente dentro del grupo.

Y si bien el juego infantil se da mucho en jardines y colegios, Puga destaca la importancia de que éste continúe en el hogar, ya que -a su juicio- es allí donde aprenden más habilidades. Sin embargo, el problema que se presenta es que normalmente los padres no tienen mucho tiempo para involucrarse en el juego de sus hijos, a pesar de que es necesario que lo hagan.

"Hay que tratar de que se note nuestra presencia y enseñarles algo a nuestros hijos e hijas", llama la psicóloga.

¿Cómo hacerlo? Francisca Puga entrega algunas pautas:

1.- Incentivar la creatividad en los más pequeños: poner a su disposición materiales como telas, bloques, cartones, papel, tijeras, lápices o masa, para que hagan con ellos lo que quieran y dejen volar la imaginación.

"Es importante que estas cosas estén visibles y al alcance de los niños, para que puedan acceder a ellas cuando necesiten jugar, expresarse, y los padres compartan ese momento con ellos", recomienda la especialista.

2.- Involucrarse en el juego: basta de preguntas como ¿qué vas a hacer?, ¿qué estás haciendo? o ¿te enseño a...?, porque son interrogantes que limitan la libertad en el juego. Por esta razón, es mejor reemplazarlas por comentarios como ¡qué entretenido!

"A veces el silencio, pero la mirada atenta y la disposición de los padres a ayudar o a asumir un papel, es mucho más 'educativo' que guiar el juego, dar instrucciones o enseñar cómo se usa o se juega a algo", asegura Francisca Puga.

3.- Empezar de a poco: en el juego libre, los niños se puede ensuciar, subir, bajar, gritar, desordenar o manchar, pero siempre dentro de ciertos límites para protegerlos de que se dañen o sufran un accidente.

"Si no estamos acostumbrados al juego libre, empecemos de a poco. Unos minutos a la semana, donde podamos seguir el juego de los niños, sin guiarlos, nos ayudarán a hacer de esta entretención una forma habitual de compartir con nuestros hijos e hijas, ayudándolos a su crecimiento como seres humanos", concluye la psicóloga.
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