Hacer una "dieta detox" es una tendencia de los últimos dos años en el mundo. En Chile se ha ido masificando y hay varias páginas web que ofrecen programas de jugos por uno, dos o cinco días para limpiar el cuerpo y, cuan computador que se quedó pegado, "resetearlo".
Soy de esas personas que lleva una vida 50% saludable. Trato de consumir la menor cantidad de azúcares y carbohidratos posibles, evito los embutidos, elijo el pan negro, etc. Pero nunca tan en serio como para dejar la carne, el alcohol o el cigarro.
Cuando leí que estos programas de desintoxicación servían para hacer una pausa, librarse de las toxinas y partir de cero, me interesé.
Por la rutina y el apuro del día a día casi nadie consume la cantidad necesaria de frutas y verduras para conseguir los niveles de nutrición óptimos. Estos jugos se extraen a través de presión hidráulica en frío. No son pasteurizados y, por lo mismo, duran máximo 3 días en el refrigerador.
Un ayuno líquido no es para adelgazar, aunque puede servir para deshacerse de un par de kilos.
Por qué desintoxicarse
Está de moda desintoxicarse. Es el paso previo ideal antes de cambiar de hábitos alimenticios o comenzar una dieta más estricta, la mejor opción para recargar pilas, bueno para la digestión, para eliminar la retención de líquidos, ideal para sacar de nuestro organismo todas las toxinas que uno suele consumir. Cuando leí los síntomas que indicaban la necesidad de hacer un detox, me decidí.
Si tu sistema digestivo presenta molestias, tu cuerpo es dependiente de la cafeína, te sientes cansado constantemente y necesitas un impulso para mejorar la manera en que te alimentas. En mi caso, todas las anteriores.
Mi experiencia desintoxicándome
Tres días tomando sólo jugos. Tres días sin masticar. Me costó decidirme, pero lo hice.
Elegí un programa de tres días de jugos "Living Juice" y seguí las instrucciones previas para prepararme e iniciar el desafío. Durante la semana anterior llevé una dieta más liviana y por fin llegó el gran día
Primer día: ¡Mi cabeza!
Cansada, mareada y con mucho dolor de cabeza. Así me sentí durante todo el primer día. Me tomé 5 de los 6 jugos diarios y, como buena y obediente principiante, seguí al pie de la letra el orden sugerido que venía en la caja.
Pensé que el hambre iba a ser mi peor enemigo durante estos días, que iba a ser superior a mi fuerza de voluntad, pero no tenía ganas de comer, sólo me sentía muy cansada.
(En caso de emergencia -hambre extrema o fatiga- se puede recurrir a los frutos secos o una fruta).
Segundo día: Sí, puedo
Desperté como nueva. Me sentía liviana, sin ninguna de las molestias del día anterior. Tomé cuatro de las seis botellas. Tenía muchas más energías que el día anterior y ni siquiera necesité los frutos secos.
Después supe que mi malestar del primer día se debía precisamente a que necesitaba con urgencia poner pausa al consumo de cafeína y carbohidratos.
El efecto depurativo es instantáneo. Cada botella es de casi medio litro de jugo natural extraído de un kilo y medio de frutas y verduras.
Tercer día: Gracias jugos por sueño concedido
Este día se me pasó volando, no pensé en comer y sólo me tomé cuatro botellas. Definitivamente la mejor parte de este ayuno hídrico fue dormir bien.
En general duermo entre 5 o 6 horas por noche y tengo el sueño bastante liviano, así que cuando me descubrí durmiendo 8 horas y abriendo los ojos con sensación de descanso supe de inmediato que era gracias a los jugos.
Lo recomiendo, de todas maneras. Para la primera vez recomiendan hacer el programa de tres días, pero también se puede hacer por sólo un día.
Hay siete variedades de jugos que ofrecen mezclas de entre cuatro y seis variedades de frutas y verduras. Por mi parte, me encantó el Ginger Citrus ( limón, manzana y jengibre). El resto de las variedades y el detalle de los programas los pueden encontrar en LivingJuice.com
