¿De qué disfrazar a los niños para Halloween? La opinión de una psicóloga y 4 ideas prácticas
Te guste o no, la "Noche de Brujas" ya está más que instalada en la cultura chilena. Ahora, depende de ti si quieres gastar dinero en trajes tenebrosos o prefieres usar tu creatividad.
30 de Octubre de 2015 | 08:32 | Por M. Francisca Prieto, Emol
El Mercurio
SANTIAGO.- "Si no puedes contra ellos, úneteles" es la popular frase que parece ir de perilla con la festividad de Halloween, importada de países anglosajones, pero que poco a poco se ha vuelto una tradición en Chile.
Ya no es para nada extraño encontrarse en la tarde-noche del 31 de octubre, con niños recorriendo las calles disfrazados de los más diversos personajes, tocando timbres y pidiendo dulces en las casas de sus barrios, muchas veces adornadas especialmente para la ocasión.
El nombre "Halloween" es la contracción de "All Hallows' Eve", que en español sería “Víspera de Todos los Santos”. Se trata de una festividad de origen celta, pueblo que el 31 de octubre celebraba el fin de año con el Samhaín, una fiesta pagana en honor señor de la muerte, en que se hacían sacrificios humanos y animales, y se creía que los espíritus de los muertos regresaban a la tierra.
Es por esto que Halloween siempre se ha asociado a la maldad y oscuridad. De hecho, el objetivo de las famosas calabazas ahuecadas y talladas es mantener a los espíritus malignos alejados de las personas y de sus hogares.
Se cree que la costumbre de pedir dulces surgió en Europa y luego se difundió en Estados Unidos, donde la "Noche de Brujas" era la excusa perfecta para perpetrar actos vandálicos. Y a partir de ahí pasó a ser una fecha para que los niños puedan pasar un rato de diversión.
¿Princesa o fantasma?
En Chile, la mayoría de los niños desconocen el real origen de Halloween y consideran la fecha más que nada una excusa ideal para disfrazarse, juntarse con los amigos y reunir la mayor cantidad de dulces posibles gracias a la generosidad de sus vecinos.
Es por esto que vampiros, fantasmas, brujas y zombies, se mezclan en las calles con princesas, superhéroes, hadas, animales, personajes de películas o televisión. Eso sí, hay que considerar que los más pequeños no tienen conciencia de lo que significa un disfraz.
"Antes de los 3 años, un niño no hace juego de roles, entonces si la mamá lo disfraza, es más para ella que para él. Si tiene hermanos más grandes va a querer imitarlos, pero no va a entender que está disfrazado de vampiro o de bruja", explica la psicóloga Francisca Puga.
En el caso de los más grandes, la especialista, quien es directora de Triple P -Programa de Parentabilidad Positiva, que entrega a los padres ideas simples y concretas para mejorar la conducta de los hijos y la relación con ellos-, afirma que hay que respetar sus gustos y dejar que ellos sean quienes elijan su disfraz, ya que en ellos influye mucho el sentido de pertenencia, eso sí siempre dentro de ciertos límites.
"Se trata de nivel expectativas: si mi hijo quiere pertenecer y todos están vistiéndose con disfraces geniales está OK, pero yo no quiero gastar 20 mil pesos en un disfraz para una noche. Entonces, es una mezcla entre las dos cosas: qué quieren los niños y qué están dispuestos a dar los padres", afirma.
Ahora, puede ser que quieras que tus hijos participen, pero no te interese gastar un solo peso en disfraces. Por eso, aquí te mostramos algunas ideas caseras propuestas en el sitio iVillage.
Cajitas de dulces
Necesitas cajas de cartón de un tamaño más o menos grandes, papel craft, lápices y pintura.
Corta agujeros para que tus hijos puedan sacar la cabeza y sus brazos. Cubre la caja con papel craft, dibuja el logo de la marca de dulces y píntalo.
WALL-E
Necesitas una caja grande con agujeros para la cabeza y los brazos; marcadores; pintura en spray amarilla, café y plateada; un gorro negro para instalar arriba los ojos de WALL-E.
Pinta la caja de color amarillo, con una franja plateada en la parte superior. Luego usa los marcadores para crear los detalles. El spray café sirve para dar la sensación de que WALL-E está sucio y viejo.
Cartas de naipes
Esta idea es genial si tienes gemelos. Sólo necesitas dos poleras blancas que puedas decorar con pintura para género, con la carta que más te guste. En este caso, la mamá eligió un as de picas y uno de corazón.
Pequeño fantasma
Necesitas una funda de almohada blanca, aguja, hilo y tijeras. Con ellas debes hacer dos agujeros en la funda que le permitan a tu hijo sacar los brazos.
Pasa la funda por la cabeza de tu hijo de manera que le cubra todo el cuerpo. Luego, ajústala a su cabeza y da unas puntadas para que no se le caiga. Viste a tu hijo con una camiseta blanca de manga larga y zapatillas blancas, para que tenga un aspecto "fantasmal".