AFP
KABUL.- El Gobierno y el Parlamento afganos confirmaron hoy como auténtica, y condenaron por "inhumana y contraria al islam" la lapidación de una mujer acusada de adúltera en una aldea controlada por talibanes, después de que el video de su muerte fuera difundido por internet.
Ayer en las redes sociales se propagó un video en que se ve cómo un grupo de hombres apedrea a una joven acusada de haber dejado a su marido, mayor que ella y con el que fue obligada a casarse, para irse con un joven.
El ministro del Interior de Afganistán, Noor-ul-Haq Ulomi, ordenó a la Policía de Ghor (oeste), la provincia donde sucedieron los hechos, que detenga y lleve ante la Justicia a los autores del crimen.
El Parlamento afgano emitió también una condena y su portavoz, Abdul Rauf Ibrahimi, definió como "contrario al islam, inhumano y horrible" el apedreamiento.
"La forma en que han apedreado a la chica es contraria al islam, no había evidencias que pudieran ser tenidas en cuenta para probar su delito", añadió el portavoz.
El caso ha tenido una notable repercusión en el país islámico al difundirse un video de 46 segundos en que se ve a un grupo de hombres lanzar piedras a la cabeza de la mujer, que grita y llora, después de haberla introducido en un agujero en un descampado.
La gobernadora de Ghor, Sima Joyanda, confirmó la autenticidad del video y que la zona "está completamente bajo control talibán desde hace dos o tres años".
"No es la primera mujer, ni será la última, en ser lapidada por los talibanes", lamentó la gobernadora, quien indicó que un clérigo de los insurgentes ordenó la ejecución.
Joyanda pidió al Gobierno apoyo militar para que las fuerzas afganas en la zona puedan lanzar una operación con la que recuperar el control de las áreas ocupadas por insurgentes.
La joven de 19 años, llamada Rojsahana, murió tras ser lapidada hace una semana en la localidad de Ghalmean después haber sido acusada de mantener relaciones sexuales con un joven.
El joven con el que supuestamente se fugó fue condenado a recibir cien latigazos.
En septiembre, un hombre y una mujer fueron apedreados en público tras ser acusados de adulterio por supuestos talibanes en el norte de Afganistán, mientras que en agosto una joven fue ahorcada en público ante sus tres hijos y su marido por los insurgentes bajo la misma acusación en el noreste del país.