Millones de personas –sobre todo entre 18 y 39 años- suelen tener como hábito el "binge watching".
José Luis Rissetti, El Mercurio.
SANTIAGO.- No se sabe qué es primero, si el huevo o la gallina, pero una investigación recientemente dada a conocer, sugiere que exponerse a prolongadas sesiones de series o películas en plataformas como Netflix podría generar en la audiencia cuadros depresivos y de ansiedad. O bien, que aquellas personas que presentan esos síntomas, podrían ser más proclives a organizar maratones frente a la pantalla.
Recordemos que desde 2014 se ha visto un notorio incremento en el uso de plataformas de streaming para ver contenido audiovisual, gracias a su bajo costo, a la posibilidad de elegir lo que se quiere ver y a los pocos anuncios publicitarios que suelen haber en ellos, lo que ha hecho que la aparición de sitios y aplicaciones de este tipo hayan cambiado diametralmente el comportamiento de las audiencias, según señaló Medicaldaily.com.
No por nada, el término "Binge Watching" (atracón de series) fue la finalista entre las palabras del año 2013 para el Diccionario Oxford, pero finalmente la que ganó fue “selfie”.
Es por esto que los estudios vinculados a las “maratones” de series o películas como esta, presentada por la Dr. Monika Karmarkar de la Universidad de Toledo, en la 143° Reunión Anual de la American Public Health Association, parece llegar en el momento preciso en que millones de personas –sobre todo entre 18 y 39 años- suelen tener como hábito este tipo de comportamiento.
Tras fijarse en las emociones y el comportamiento frente a la pantalla que tuvieron 406 participantes, los investigadores registraron datos como que el 35% de ellos superaba con creces los 120 minutos continuos y a diario que ocupaba el otro 77% para ver televisión.
Y de ese 35%, mientras más tiempo pasaban frente a la pantalla, más cuadros depresivos y de ansiedad presentaban.
Con todo, Karmarkar destacó que estudios como el suyo deben ser profundizados. “Hay todo un aspecto que no estudiamos en nuestra investigación”, señaló. “Pero ver televisión es un comportamiento sedentario y éstos conducen a problemas de salud mental y síntomas que se han demostrado, aumentan las probabilidades de enfermedades cadiovasculares y el riesgo de diabetes”.