En septiembre, los medios de comunicación anunciaron la condena de dos iraníes a una multa de 260 dólares por "llevar mal el velo" islámico.
AFP
TEHERÁN.- Irán confiscará durante una semana los coches con una conductora o pasajeras sin velo, anunció ayer domingo la policía. "Habida cuenta de la decisión del fiscal, si la policía constata que una conductora o pasajera se quitó el velo, (...) el coche se confiscará una semana" y se investigará el "delito", declaró el portavoz de la policía Said Montazer ol Mehdi, citado por la agencia oficial Irna. Y al final habrá "multas o un expediente judicial", añadió.
En Irán las mujeres, tanto iraníes como extranjeras, deben llevar velo, independientemente de su confesión, desde la revolución islámica de 1979, pero en los últimos años algunas no siguen estrictamente las normas, a la hora de vestir.
En las calles de Teherán y de las grandes ciudades provinciales, es habitual ver conductoras con el velo sobre los hombros. Algunas transeúntes también dejan que el cabello sobresalga y visten abrigos cortos y medias.
En septiembre, los medios de comunicación anunciaron la condena de dos iraníes a una multa de 260 dólares por "llevar mal el velo" islámico. Y la policía endureció asimismo las medidas contra los conductores bajo los efectos del alcohol o la droga. "Hemos emitido 10.000 advertencias esta semana en todo el país y se abrió un dossier sobre 2.000 vehículos", dijo.
El portavoz de la policía también anunció la creación de un nuevo sistema para permitir a "personas de confianza" informar de estos delitos a la policía, sobre todo en caso de que no lleven velo, de conducta peligrosa o de acoso a las mujeres.
Estas personas de confianza pueden ser "responsables de la administración, fuerzas armadas o policías de civil". Envían "a la policía el número de matrícula de los coches. Se convoca al conductor" y los coches quedan inmovilizados "en espera de que se aclare la situación", añadió el portavoz policial.
El presidente moderado Hasan Rohani, electo en junio de 2013, aboga por una mayor apertura política y social, sobre todo en lo que respecta a la ropa.