BUENOS AIRES.- Un grupo de mujeres negras reclama mayor visibilidad en la sociedad argentina a través de una particular obra de teatro que trata de romper con la histórica indiferencia de los descendientes de esclavos que viven en el país.
"No tenemos el mismo nivel de oportunidades", lamenta Alejandra Egido, directora de la obra "Afrolatinoamericanas. De voces susurros, gritos y silencios", que relata las gestas, pasiones, pesares e ilusiones de las mujeres afrodescendientes de Argentina y Latinoamérica desde la época de la esclavitud hasta la actualidad.
Junto a Egido, Irene Gaulli, Anastacia Giménez, Carmen Yannone, Silvia Balbuena, e Irene Bazzano, forman el grupo de Teatro en Sepia (TES) desde el que quieren dar visibilidad y hacer reflexionar a los espectadores a través de su obra sobre la discriminación que sufren en el día a día.
Después de varios años trabajando la comunidad negra en el país sudamericano desde las artes escénicas, Teatro en Sepia se convirtió en asociación civil con el objetivo de "promover actividades culturales para el reconocimiento y la eliminación de la discriminación étnica, de género y de clase de las mujeres afro de Argentina".
Egido denuncia la invisibilización y "la opresión que en general sigue teniendo la mujer negra" en la sociedad argentina debido al racismo y a los prejuicios sobre los orígenes africanos que se remontan a tiempos de la dominación colonial.
La población negra disminuyó drásticamente desde comienzos del siglo XIX, pero no desapareció por completo, según los datos recogidos en el último censo nacional (2010), que cifran en 149.493 -0,4% del total de la población- los argentinos que tienen conocimiento de antepasados negros procedentes de África. "Las raíces africanas ofrecen al país el poder de la multiculturalidad" añade Egido, que considera oportuno terminar con el mito de que Argentina es "una población blanca y europea".
Como asociación, Teatro en Sepia pertenece al Parlamento de las Mujeres en la legislatura porteña, lo que les ha permitido "empoderarse", pero no ha sido suficiente para llegar a la cúpula del poder, ni siquiera para conseguir una entrevista con la ministra de Cultura, la cantante Teresa Parodi, a quien quieren hacerle llegar sus propuestas.
"No es fácil que se hable de la mujer negra" sentencia Egido, quien reconoce que en el Ministerio de Desarrollo Social también se han encontrado con "espacios de silencio" al proponer medidas concretas para promover su plena inclusión y luchar contra la discriminación racial.
Aunque admite que en los últimos años de gobierno kirchnerista hubo leyes de reconocimiento para la comunidad "afro" en Argentina, lamenta que queda mucho por hacer y mejorar.
Entre las asignaturas pendientes, la educación en los colegios, apunta, que no contempla la historia de la población negra argentina procedente de la trata de esclavos que ejerció un profundo impacto en la cultural nacional.
Pese a los obstáculos, Egido rescata que "Teatro en Sepia", que lleva desde 2010 recorriendo distintos escenarios de América Latina, con su obra, declarada de interés cultural y social por la legislatura porteña y con apoyo institucional del Instituto Nacional en contra de la Discriminación y la Xenofobia (INADI).