Claudio Vera, El Mercurio (imagen referencial)
SAN FRANCISCO.- Una mujer deberá cumplir con un acuerdo alcanzado con su ex marido para destruir cinco embriones congelados en caso de divorcio, a pesar de su argumento de que representan su última oportunidad de tener hijos, dictaminó hoy una juez de California.
La juez de la Corte Superior de San Francisco Anne-Christine Massullo dijo en una decisión provisional que el acuerdo prevalece sobre el deseo actual de la mujer de mantener a los embriones. La mujer, Mimi Lee, argumentó que el cáncer hizo que quedarse embarazada supusiese un riesgo para ella, por lo que los embriones eran su última oportunidad de tener hijos biológicos.
Su ex marido, Stephen Findley, quería descartar los embriones de conformidad con el acuerdo que él y Lee firmaron cuando estaban casados. En parte estaba preocupado porque Lee llegara a utilizar algún hijo para sacar partido desde el punto de vista financiero, de acuerdo con la sentencia.
Los abogados de Lee dijeron que ningún tribunal de California se había pronunciado antes sobre un caso semejante. Hace tres años una corte en Pennsylvania le otorgó embriones congelados a una mujer que también dijo que podrían ser su única vía para tener hijos debido al tratamiento para un cáncer de mama, pese a las objeciones de su ex marido. El año pasado un juez de Illinois también se puso del lado de una mujer no fértil en su lucha por embriones con un ex novio.
Massullo afirmó que la ley de California es clara en cuanto a que las parejas deben decidir qué hacer con los embriones que procrean en caso de separación o divorcio.
"Las decisiones sobre la familia y los hijos a menudo son difíciles, y pueden ser desgarradoras cuando se convierten en conflictos", escribió la juez. "La política más adecuada para asegurar que esas disputas sean resueltas de una manera lúcida (...) es dar efecto a las intenciones de las partes en el momento de la decisión que se trata".
Un abogado de Lee, Peter Skinner, dijo en un comunicado que su clienta está decepcionada y evaluando sus opciones legales.
Lee sostiene que tiene derecho a cambiar el acuerdo y procrear, pero la juez afirma que aunque la mujer podría tener derecho a concebir en otras circunstancias, no lo tiene para hacerlo con Findley.
Los embriones están en la Universidad de California, en San Francisco, la cual en conformidad con la ley estatal dio a Lee y Findley un acuerdo de consentimiento antes de los tratamientos de fertilidad. En el documento los dos miembros de la pareja afirmaron que los embriones serían descongelados y desechados en caso de divorcio, según el tribunal.
El carácter provisional de la sentencia concede a las partes tiempo para presentar objeciones, pero estos fallos suelen convertirse en finales.