Por años se ha tratado despectivamente de "frígidas" a mujeres que no gustan del sexo o que no disfrutan de él.
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SANTIAGO.- “Seguro esa mina es frígida”, dice Pedro sobre su compañera de trabajo que hace días anda malhumorada. Y se largan a reír con sus compañeros, aludiendo que todo problema de ánimo femenino se relaciona exclusivamente al no goce sexual. Y si bien el sexo nos hace más felices, no es el único factor que dirige nuestras vidas. Somos mucho más que seres copuladores.
Por años se ha tratado despectivamente de esta manera a mujeres que no gustan del sexo o que no disfrutan de él. Sin embargo, este término no es adecuado médicamente hablando e incluso se ha llegado a creer lo que dice el refrán: “No hay mujer frígida sino hombre inexperto”.
“Para los sexólogos ya desde hace mucho tiempo que el término "frigidez" ha dejado de ser utilizado, por eso es más un calificativo que una realidad. Se ha abandonado básicamente por dos motivos: es peyorativo y además inespecífico”, asegura el sexólogo, Lic. Ezequiel López. “Cuando se hace referencia a una mujer ‘frígida’, en general más que tratarse de una categoría psicopatológica se la usa indicando algún tipo de degradación hacia la mujer a la que se hace referencia. Incluso es común en las parejas o relaciones disfuncionales que el varón descalifique a su compañera apelando a este término”, dice el especialista. Y eso es precisamente lo que le ha pasado a nuestras entrevistadas y a muchas mujeres que sufren con estas calificaciones y complican aún más su disfrute sexual.
“La mayoría de las disfunciones sexuales femeninas caen bajo el término ‘frigidez’: la disminución del deseo sexual, el trastorno de la excitación sexual femenina, la anorgasmia y el retardo orgásmico”, dice el sicólogo argentino. De allí que el uso del término frigidez sea además una muestra de incultura y mal trato, ya que actualmente existen categorías específicas para cada uno de esos trastornos.
Como les decía anteriormente, muchas veces el término se usa para abarcar una serie de disfunciones sexuales femeninas como si se trataran de una sola o de una sola raíz, lo que es errado. Por ello, es necesario aclarar de qué se trata cuando hablamos de estas patologías, según el sexólogo López Peralta.
a) “El deseo sexual hipoactivo lo padecen aquellas mujeres que notan una significativa reducción de su impulso sexual, ausencia de fantasías sexuales y muchas veces mecanismos de evitación del encuentro íntimo y pensamientos antieróticos”.
b) “El trastorno de la excitación sexual en la mujer consiste en la dificultad para alcanzar la respuesta de lubricación y dilatación vaginal”.
c) “Los trastornos orgásmicos tienen que ver con la ausencia de respuesta orgásmica ante diferentes estímulos como coito vaginal, caricias o sexo oral (anorgasmia) o el retraso y notable demora en alcanzarlo (retardo orgásmico)”.
Otra de las confusiones que hay entorno al calificativo, es que algunas personas creen que se refiere a aquellas mujeres incapaces de lograr un orgasmo vaginal, aunque logren uno a través de la masturbación. Cabe entonces aclarar que el no tener orgasmos durante el sexo no es para nada culpa de la peyorativa “frigidez”.
En base a esto, es importante decir que la inexistencia o dificultades para conseguir un orgasmo durante la relación sexual suceden con recurrencia. Incluso, una encuesta publicada en el libro “La nueva sexualidad de la mujer” del Dr. León Roberto Gindin, revela que el 25% de las mujeres no consigue el orgasmo en el coito y solo lo logra con estimulación. Y cuenta que el 35% de las féminas, simplemente no tiene orgasmo por ninguna vía.
Ahora bien, todo lo anterior muchas veces tiene como base el mismo problema: el no comunicar lo que queremos o el no conocer nuestro propio cuerpo y, por ende, no sacarle el máximo de provecho a nuestras sensaciones sexuales.
En conclusión, la frigidez no es el término adecuado para usar cuando ocurre alguna disfunción sexual e incluso ya fue erradicado del diccionario sexológico por peyorativo y por no calzar con ninguna definición patológica. Claro que es importante aclarar que estas falencias sexuales son en un 95% tratables con eficacia por expertos en sexualidad, lo que garantiza a las mujeres que siempre podrán disfrutar de su sexualidad en toda su amplitud y en las distintas etapas de su vida, si ponen de su parte y acuden por tratamiento si ven que algo no anda del todo bien.
Saludos,
Karen Uribarri @karenuribarri
Periodista Diplomada en Sexualidad y SexBlogger