El Mercurio (imagen referencial)
ROMA.- Al menos 81 países han elaborado guías con recomendaciones para seguir una buena dieta, si bien sólo cuatro de esos documentos abordan la preocupación por el medio ambiente, según un estudio difundido hoy en Roma.
Alemania, Brasil, Suecia y Catar son los únicos países con guías sobre nutrición que incluyen la cuestión de la sostenibilidad ambiental, dijo el investigador Carlos González Fischer en una presentación por videoconferencia en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El estudio, realizado por expertos de la Red de Investigación sobre el Clima y la Alimentación (FCRN, por sus siglas en inglés), muestra cómo esos cuatro países comparten mensajes similares como la necesidad de moderar la producción y el consumo de pescado y carne, o promover los productos bajos en grasas.
A nivel particular, González precisó que en Alemania las directrices abogan por la alimentación basada en productos vegetales, estacionales y frescos, entre otros puntos.
Las recomendaciones de Suecia, agregó, se refieren a las implicaciones que tiene el medio ambiente en la salud y la necesidad de contar con evidencias científicas para regular esas cuestiones, mientras que las de Brasil llaman a apoyar la agricultura familiar.
En el caso de Catar, pequeño país desértico del golfo Pérsico que posee una industria alimentaria limitada e importa la mayoría de los alimentos que consume, la guía promueve una dieta sana que proteja el medio ambiente, respete los valores islámicos y reduzca el uso de recursos escasos como el agua, según el especialista.
Frente a otras guías que no son del todo oficiales o han sido elaboradas por organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, la investigadora de la Universidad inglesa de Oxford y directora del CFRN, Tara Garnett, instó a los gobiernos a difundir las suyas propias y destinarlas a un público general y en consonancia con las políticas alimentarias.
Garnett afirmó que se debe prestar más atención a los hábitos alimentarios en los países en desarrollo.
También pidió investigar más acerca de los niveles máximos para la producción de pescado y el consumo de carne sostenibles, y sobre el impacto ambiental de los productos lácteos y los procesados de alto contenido en azúcares, grasas y sal.