"Al principio la gente decía cosas bonitas, pero luego se convirtió en un espacio para la intimidación", dijo una usuaria de la app.
The Washington Post
SANTIAGO.- “A los que les gusta vivir… No vayan al colegio mañana ;)”, ese tipo de mensajes aparecen en una app que tiene seriamente preocupados a profesores y padres de EE.UU., y que a través del anonimato de sus usuarios, ha permitido el fomento de ciberbullying y amenazas de tiroteos en las escuelas, en un país que, por desgracia, cada cierto tiempo se conoce otra lamentable noticia de muertes en masa en los establecimientos educacionales.
La app se llama After School, y tras un período en que fue dada de baja por Apple Store, debido a los reclamos de los adultos y una petición en Change.org, sus creadores (Cory Levy y Michael Callahan) la relanzaron en diciembre de 2014, tras subir la edad permitida para usarla, de 12 a 17 años, y asegurar que su función es terapéutica, dando un espacio a los adolescentes para que puedan desahogar sus inquietudes con la libertad que da el anonimato. A la fecha y según sus fundadores, cuenta con un número de usuarios que van desde los 2 a los 10 millones.
Otra particularidad de esta aplicación, es que está vetada a los adultos. Al dar acceso a través del perfil de Facebook, el sistema de la app discrimina a aquellos que no aparecen cursando estudios escolares y, en el caso que un adulto altere esa información en su Facebook, la app logra captar la “mentira”, según informaron medios como The Washington Post.
"Al principio la gente decía cosas bonitas, pero luego se convirtió en un espacio para la intimidación", dijo a The Washington Post Mya Bianchi, una estudiante de 15 años, que vio cómo un compañero anónimo publicaba su número de celular acompañado de una foto de ella en bikini, y frases que se hacían pasar por ella, supuestamente pidiendo que la contactaran., Tras recibir cientos de llamados, la menor debió cambiar su número telefónico.
Más de 50 mil usuarios han pedido ayuda a través de la app
“Prefiero llevar mi AR 15 al colegio y practicar con mis compañeros que en el campo de tiro”, esta frase terminó con su autor joven preso por 90 días, señalando que había hecho esa amenaza, por estar hastiado de los insultos que leía en la app, sobre todo de tipo raciales.
Esta caso emblemático en cuanto a comentarios que anuncian posibles crímenes, llevó a Levy y Callahan a elaborar un sistema de advertencia a las autoridades, cuando aparezca en la aplicación algún comentario peligroso. Asimismo, sus creadores aseguran que cuentan con varios moderadores que bloquean las publicaciones que muestren signos de acoso o que inciten a hacer daño a algún menor en específico. Por otro lado, explicaron que su invento detecta a adolescentes que muestren indicios de querer quitarse la vida, y luego se les ofrece la asistencia de algún consejero que hable con ellos. Según Levy y Callahan, este último servicio ha sido utilizado por más de 50 mil usuarios.