Los habitantes de Roma luchan contra una inusual plaga: el excremento de pájaros
El guano y su hedor se han tomado la capital italiana, al punto de provocar problemas de tránsito.
28 de Diciembre de 2015 | 10:37 | DPA
ROMA.- Cuando estos días los romanos abren sus paraguas no lo hacen debido a la lluvia, ya que en este mes de diciembre el sol brilla casi a diario en el cielo de la Ciudad Eterna. Pero, en lugar de agua, cae masivamente excremento de pájaro desde las alturas, sobre todo a lo largo del río Tíber.
Millones de pájaros, en su mayoría estorninos, se apoderaron de Roma desde finales del otoño. En el cielo sorprenden con sus increíbles formaciones en vuelo, pero luego se posan sobre los árboles para evacuar sus deposiciones.
El resultado son desagradables manchas en abrigos o, particularmente repugnante, un impacto en la cabeza del transeúnte. Y los automóviles que quedan estacionados demasiado tiempo en un lugar quedan manchados hasta volverse irreconocibles.
Desde hace tiempo es imposible sentarse en los bancos sucios de las plazas, mientras que en los parques y en los caminos en las orillas se percibe el hedor del guano, como también se denomina a estos excrementos.
En algunos barrios los característicos balcones se convierten incluso en áreas no transitables. Más de un romano pensará entonces en la película de Alfred Hitchcock "Los pájaros", aunque hasta ahora no se haya registrado ningún ataque de un ave a una persona.
Además los agricultores de Roma y alrededores ya se quejan de daños a sus campos, mientras que en la ciudad las masas de excrementos se convierten en un obstáculo para el tránsito. Cuando por ejemplo el jueves pasado llovió excepcionalmente un poco, la situación se volvió crítica.
A lo largo del Tíber las calles cubiertas de excrementos de pájaro eran tan resbalosas que debió cortarse temporalmente la circulación en un sector del Lungotevere a ambos lados del río. La consecuencia fue un caos de tránsito justamente en el último día de compras antes de Navidad.
El presidente de la asociación agrícola Coldiretti de la provincia de Lazio y Roma, David Granieri, acusó a las autoridades de haber reaccionado demasiado tarde ante la previsible plaga.
Ahora empleados estatales procuran espantar a los pájaros con megáfonos que imitan los sonidos de aves de rapiña.
El intento de soltar a algunos halcones vivos en plena calle contra los estorninos resultó poco exitoso. Muchos habitantes se quejan también de que los árboles a lo largo del Tíber no son podados desde hace tiempo y, por lo tanto, les ofrecen a los pájaros un hábitat ideal.
"Al amanecer me parece una escena de una película de Hitchcock. Envuelvo los cabellos bajo el sombrero, abro el paraguas y cruzo rápidamente el puente Sisto", fue citada por el diario "Il Messaggero" la arquitecta Adele en el barrio de Trastevere.
Por allí también circulan numerosos turistas, que tras ser alcanzados por el excremento preguntan en los restaurantes si pueden pasar a limpiarse al baño. "Es realmente absurdo que una ciudad como Roma se presente en un estado semejante", citó el periódico a un indignado camarero.