WASHINGTON.- Las mamografías son más beneficiosa en una etapa tardía de la vida, según declaró un equipo de trabajo del gobierno estadounidense al recomendar que las mujeres se hagan una cada año a partir de los 50 años. Por su parte, las mujeres en la cuarentena deben decidir tras sopesar ventajas e inconvenientes.
El momento en el que deben iniciarse las mamografías de rutina y su frecuencia es un tema de controversia desde hace tiempo. Las últimas recomendaciones del Equipo de Trabajo de Servicios Preventivo de Estados Unidos, difundidas ayer lunes, se atienen a su postura de que las mujeres deberían hacerse una prueba cada dos años entre los 50 y los 74 años. Pero también dejaron claro que es una opción para mujeres más jóvenes, aunque es menos probable que obtengan beneficios.
Algunos grupos sanitarios instan a hacer mamografías cada año a partir de los 40, aunque el año pasado la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer aumentó la edad de inicio a los 45.
Entre ambas partes empieza a consolidarse un terreno común sobre que los consejos en este aspecto no siempre valen para todo el mundo. "La edad de 50 años no es mágica", señaló el ex presidente del equipo de trabajo, el doctor Michael LeFevre de la Universidad de Missouri.
A continuación, algunos aspectos relevantes sobre las mamografías.
Lo que dice el equipo de trabajo
Las mujeres sexagenarias tienen las mayores probabilidades de evitar la muerte por cáncer de mama gracias a las mamografías, pero claramente hay suficientes beneficios como para que la mujer media empiece a pasar por pruebas a partir de los 50, indicó el equipo de trabajo.
El grupo asesor quiere que las mujeres más jóvenes comprendan las circunstancias antes de decidir: de cada mil mujeres analizadas, podría evitarse una muerte adicional si se inician las mamografías a los 40 en lugar de a los 50. Pero habría 576 falsas alarmas más y 58 biopsias adicionales innecesarias. Además, otras dos mujeres recibirían diagnósticos erróneos y tratamiento para un cáncer que nunca habría puesto en peligro su vida.
Las recomendaciones del lunes, publicada en Annals of Internal medicine, mantiene en gran parte el contenido de sus guías de 2009 y reconsiderado en un borrador la primavera pasada. En esta ocasión, el equipo insiste en que "creemos que la ciencia respalda una serie de opciones" para las mujeres en la cuarentena, dijo LeFevre.
Recomendaciones dispares
Las mamografías no son perfectas, y diferentes organizaciones médicas interpretan de forma diferente las estadísticas, y también las mujeres y sus médicos.
La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer pide iniciar las mamografías anuales a los 45 y pasar a una cada dos años a los 55.
Después de la menopausia, los tumores tienden a crecer más despacio y el tejido del pecho de las mujeres se vuelve menos denso y más fácil de ver en las mamografías, indicó el doctor Otis Brawley. Entre los 40 y los 44 años, cuando el cáncer de mama es especialmente poco habitual, el organismo también dice que las mujeres deben tomar su decisión a nivel personal.
"Estamos dejando atrás la medicina paternalista en la que las organizaciones médicas solían decir a las mujeres 'deben hacer esto"', dijo Brawley. "Decimos, 'esta mujer tiene más riesgo, por lo tanto debe hacerse pruebas a los 40. Esta mujer tiene menos riesgo, quizá pueda esperar un poco más"'.
Por su parte, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos mantiene su recomendación de mamografías anuales a partir de los 40, además de instar a la concientización de las pacientes y la toma conjunta de decisiones.
Datos a considerar
Más de 200.000 mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de mama cada año, y unas 40.000 mueren por la enfermedad. Se diagnostica más a menudo a mujeres de entre 55 y 64 años, y la edad media de la muerte por cáncer de mama es de 68 años.
Las recomendaciones de pruebas solo son para mujeres con un riesgo medio de cáncer de pecho. Las mujeres con una madre, hermana o hija con cáncer de mama tienen un riesgo mayor que la mujer media de 40 años. Pueden influir otros factores como la genética, la densidad del pecho y el historial menstrual y de embarazos.
Análisis personalizados
Las discrepancias en las recomendaciones suponen que "algunas personas se sienten tan confusas que nunca se hacen pruebas en absoluto. Algunas sienten demasiada ansiedad o miedo por no hacer más, y puede que no sea bueno para ellas", comentó la doctora Laura Esserman, especialista en cáncer de mama en la Universidad de California, San Francisco. "Quizá deberíamos hacer las pruebas de una manera nueva".
Esserman dirige el estudio WISDOM, el primero de su clase, que pronto comenzará a seguir a 100.000 mujeres para analizar si medir el riesgo individual de cada una es mejor que las mamografías basadas en la edad. El estudio comparará a mujeres con mamografías anuales desde los 40 años con otras a las que se asignen pruebas más o menos frecuentes a partir de edades distintas, en función de evaluaciones de riesgo.
Cuándo parar
El equipo de trabajo señaló que hace falta más investigación para saber si continuar las mamografías a partir de los 75 años. La sociedad contra el cáncer recomienda mantener las pruebas mientras las mujeres tengan buena salud y una esperanza de vida de al menos 10 años más.
Qué ocurre ahora
El equipo del gobierno también señala que hace falta más investigación para saber si las nuevas mamografías en 3D deben emplearse en las pruebas de rutina y si las mujeres con pechos más densos se benefician de pruebas extra como las que emplean ultrasonidos o resonancias magnéticas.
Brawley, de la sociedad contra el cáncer, señaló que el debate sobre la edad y las mamografías ha desviado la atención de un tema más urgente: "Deberíamos decir más esto: Necesitamos una prueba diagnóstica mejor para las mujeres más jóvenes".