SANTIAGO.- Totalmente destrozada quedó MaryAnn Parisi (36) (de Connecticut), cuando los profesores de su hijo Michael (11) le comentaron que los compañeros habían estado haciéndole bullying al menor en una reunión, y que cuando intentaron detener el acoso, este contestó: “Está bien, ya estoy acostumbrado”.
Y si bien no era la primera vez que sabía que Michael estaba siendo molestado en el colegio, nunca pensó que su hijo pudiera llegar a acostumbrarse a ser víctima de acoso escolar, así que decidió compartir la historia de su hijo en Facebook, buscando una vía de escape de su angustia como madre y, de paso, haciendo un llamado al respeto y la empatía.
En un extenso mensaje, comentó cómo Michael había nacido prematuro, a las 26 semanas de gestación, y cómo este hecho había provocado una serie de demoras en su aprendizaje, y que quizás éstas eran las que lo hacían ver como objeto de burlas para algunos de sus compañeros, ya que hasta el día de hoy tiene problemas para coordinar sus ojos y manos, entre otras dificultades.
“No aprendió a hablar hasta que cumplió los tres años (…) Se demoró harto en aprender a caminar. No le salió su primer diente hasta que cumplió un año. Estaba retrasado con muchas cosas, pero amó (todo). Hasta hoy, su sonrisa es lo mejor. No existe persona que a él no le guste o no quiera, incluyendo a los que lo atormentan actualmente. Él perdona y honestamente, olvida también. No hay un solo pedazo de juicio a los otros en su cuerpo. Me esfuerzo por ser como él todos los días, pero me quedo corta”, escribió la mujer.
“Patear su silla, decirle ‘estúpido’, ‘feo’ (…) decirle que solo se siente y se calle, no está bien. No tiene por qué caerles bien, pero lo tienen que respetar. Él es un luchador, y eso es apenas una pequeña parte de su historia (…) Lo más importante es respetar a quienes los rodean, nunca se sabe por qué cosas han tenido que pasar”.
La respuesta de familiares, amigos y gente que compartió su historia no se dejó esperar, entre palabras de ánimo para el propio Michael.