Si has ido al supermercado últimamente, te habrás dado cuenta que aparecen más y más productos que tal vez no conocías: comida vegana, extranjera, libre de gluten, sin lactosa, hecha de plantas, sin carne; sólo carne, etc. Por lo mismo, a la hora de elegir qué comer, la decisión puede ser difícil y no siempre tomamos la mejor alternativa.
Es por eso que buscamos este ranking con las tendencias más saludables de este año para que partas el 2016 con energía, más sano y, además -bonus track- en forma.
1.- Come tu comida en un bowl
Sí, en un bowl o pocillo. En primer lugar, te permitirá reducir el volumen de alimentos que ingieres y, además, podrás inventar platos con algo más de personalidad. Gracias a la masificación de esta tendencia, en todas las redes sociales podrás encontrar distintas recetas para servir en tus bowls: de proteínas, de quínoa, de sopa.
Un ejemplo: Para tu almuerzo o cena intenta mezclar la entrada con el plato de fondo. Puedes agregar todo tipo de vegetales verdes, arroz integral, huevo, legumbres, queso blanco y soya u otra proteína. Mézclalo todo y, encima, terminas tu receta con filetitos de palta, que siempre coronan bien este tipo de comidas. Para condimentar, puedes intentar con mostaza y miel o simplemente aceite de oliva y limón.
2.- "Tallarines de vegetales"
Suena raro, los tallarines ya son hechos a partir de harina vegetal. Sin embargo, esta tendencia busca evitar el gluten y el exceso de calorías que aportan los cereales presentes en las pastas. Incluso en los supermercados puedes encontrar herramientas que te permiten transformar tus zanahorias, pepinos, betarragas, zapallos italianos, etc. en verdaderos tallarines, más livianos, frescos y llenos de nutrientes.
Si no estás aún convencido y no quieres invertir en una de estas máquinas (que van desde los $7 mil) puedes cortar los vegetales a lo largo y luego en tiritas delgadas (corte juliana).
Un ejemplo: Convierte tus zapallitos italianos en "tallarines", luego saltéalos con un poco de aceite vegetal (idealmente de canola, porque resiste mejor la temperatura) y cuando estén al dente (unos 4 minutos), agrégales salsa de tomate o un pesto de albahaca (mueles hojas frescas de albahaca con aceite de oliva y sal). Quedan increíbles.
Y, lo mejor de optar por esta nueva ola de la gastronomía es que no estarás solo: Son cada vez más los blogs, páginas y libros de cocina que te enseñan recetas sorprendentes con los tallarines hechos de vegetales. ¡Atrévete!
3.- Granos, granos, granos; pero no cualquiera...
Dicen que todo lo viejo puede volverse nuevo, si se dan las circunstancias ideales. Es lo que pasa con los llamados "granos ancestrales" que ahora se convirtieron en una verdadera moda entre los amantes de la vida y la comida sana.
El 2015 fue el año de la quinoa, sin embargo, los expertos en este tema pronostican un 2016 más peleado: el mijo, el amaranto, la escanda, el kamut, la kaniwa, el freekeh y el farro se convertirán en términos usuales en tu lenguaje gastronómico.
Un ejemplo: Como son, en su gran mayoría, ricos en vitamina B, proteínas, fibra de buena calidad y otros muchos nutrientes, estos granos pueden ser el protagonista de un plato. Alíñalos con limón o yoghurt natural y sírvelos con un salteado de vegetales y hongos o bien con pollo y un poco de cilantro.
4.- No hay maña que valga: Las legumbres
Porotos, arvejas, garbanzos, lentejas, etc. están adquiriendo un nuevo status de respeto en el mundo. Las Naciones Unidas declaró el 2016 como el "Año Internacional de las Legumbres", una iniciativa que busca dar a este tipo de productos el lugar que se merecen, como estrellas de la cadena nutricional.
Un ejemplo: Si no te gustan las sopas y los días no dan para comer algo caliente, intenta con el hummus, una preparación que gana adeptos cada día en Chile. Es súper sencilla: cuece 2 tasas de garbanzos hasta que estén blandos. Luego, en un procesador o la juguera pones los garbanzos colados, un diente de ajo, el juego de medio limón, una pisca de comino, sal a gusto, un trocito de pimiento amarillo (o del color que más te guste) y 2 cucharadas de tahina (pasta de sésamo que venden en el supermercado). Para licuar pones aceite de oliva y 1/4 de taza de agua. Cuando esté todo bien procesado, pones en un bowl y cubres con cilantro picado. Es ideal para un piqueo ya sea con tortillas o bien pan pita tostado.
5.- Grasas, pero saludables...
No todas las grasas son malas, eso es lo primero que hay que entender. Es distinto a comer un cucurucho con papas fritas en algún boliche, que un salmón al horno o grillado: ambos están llenos de grasas, pero la calidad de éstas es completamente distinta. Este 2016 queremos que dejes de tenerle miedo a las grasas y, en vez de eso, aprendas a comerlas bien. Así que, el secreto está en olvidarte un poco de los alimentos "bajos en grasa" y empezar a poner atención a los que contienen grasas saludables: salmones, aceitunas, nueces, semillas, palta, etc.
Un ejemplo: Para el desayuno, tuesta 2 piezas de pan (ojalá multigranos), agrégale media palta en filetitos y un huevo cocido en agua y molido con el tenedor. ¡Ñam!
6.- Vence el temor: Sólo vegetales
Este 2016 es el año de la consagración y glorificación de los vegetales, lo que no significa que todos deban volverse veganos o estemos demonizando la carne. Más bien se trata de apreciar estos productos y mirarlos con nuevos ojos. Los vegetales se están convirtiendo en las estrellas de muchos platos en grandes restaurantes, abandonando la acostumbrada posición de acompañamientos (¿quién no ha pedido una ensalada palmito palta para no sentirse tan culpable ante un lomo a lo pobre?).
Los nuevos "cortes" son: coliflor grillada, zapallo a la plancha, champiñones a la parrilla (completamente recomendados). Además, algunos platos tradicionales también han cedido: lasañas de berenjenas con espinacas, o de zanahorias con algas. La variedad es infinita. Y, por qué no, puedes también acompañarlo con algún pedacito de carne (magra, ojo), al costado.
Un ejemplo: Con este dato nos vas a amar. Compra hongos shiitake en el supermercado. Límpialos y ponlos en un grill o sartén con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta. Cuando estén doraditos y tiernos, los metes en un pan pita con tomate, el queso de tu preferencia, palta y quesillo (o bien, mayonesa). Te vas a acordar de nosotros.
Cuéntanos, qué te parecen estas ideas. ¡Y comparte con nosotros si tienes algún dato rico y saludable!