SANTIAGO.- Trabaja en la búsqueda y formación de planetas extrasolares, e investiga la abundancia química en nuestras galaxias externas. Pero, al mismo tiempo, es capaz de estar preocupada por regular el rol de la mujer cuidadora, quien debe cuidar al niño o si alguien se enferma.
Así de versátil es María Teresa Ruiz, astrónoma chilena que a sus 69 años está en la cúspide de su carrera. De hecho, hace 12 días asumió como la primera mujer que ocupa la presidencia de la Academia Chilena de Ciencias y, además posee cargos en otras seis instituciones. Y, como si todo eso fuera poco, fue la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1997.
En entrevista con LUN, María Teresa explicó que dedicarse a la ciencia fue un acto de rebelión, primero porque lo hizo en una época en que era mal visto que las mujeres realizaran actividades o estudiaran carreras que no eran consideradas femeninas; y, segundo, porque a su padre no le gustaban los niños demasiado estudiosos.
"A mi papá no le gustaban los niños de nota siete, me decía que con un cuatro era suficiente. Cuando me veía en mi pieza estudiando o trabajando, me golpeaba la puerta y me decía; "Salga a tomar sol, le hace mal estar encerrada", relató.
Agregó que su madre no estaba de acuerdo con que estudiara ingeniería y que cuando siguió con astronomía, le preguntó si trabajaría haciendo horóscopos.
Pero éstos no fueron los únicos obstáculos que debió sortear para seguir adelante en el mundo de las ciencias, porque durante la carrera sufrió en carne propia la discriminación de sus compañeros por el hecho de ser mujer.
"Con mis colegas éramos amigos, pero a la hora de estudiar o hacer juntos un trabajo, no me consideraban", relató.
Ni pensar en la jubilación
María Teresa se casó con el físico Fernando Lund, con quien tuvo un hijo, Camilo. "Tuve la fantasía de ser una mujer de casa y que cuida a su hijo", afirmó. Sin embargo, eso se quedó sólo en una ilusión, porque nunca ha podido dejar de trabajar, ni siquiera cuando cumplió la edad para jubilar.
"En la medida en que una tenga buena salud y trabaje en algo que la encante, no veo razón para jubilar (...) Por otro lado, yo aún me siento capaz", explicó la astrónoma sobre su decisión.
En este sentido, aseguró que no dudaría en contratar a una mujer u hombre de más de 60 si está en buenas condiciones de salud. "Va a ser una contribución en el trabajo que sea. A esa edad los hijos ya están grandes y no se debe salir corriendo por si uno se enfermó y existen menos problemas familiares. Soy una convencida de que la jubilación a los 60 es algo relativo", dijo.
Y aunque María Teresa ni siquiera piensa en su retiro, sí reserva un tiempo para el descanso. "Normalmente digo chao el viernes en la tarde. Me llevo a mis nietos a la costa y vuelvo el domingo por la tarde. Estar en la playa dos días con aire puro ayuda a partir bien la semana", aseguró.