SANTIAGO.- Toda la prensa especializada sigue hablando de Gucci, pese a que Alessandro Michele, presentó el miércoles su más reciente colección para la marca, en el marco de la Semana de la Moda de Milán.
Algo de Michele encanta a todos. Sus creaciones, llenas de psicodelia, de historia, de los 70, de hoy, de estampados y de nostalgia, se han ganado las
preferencias en ventas y como espectáculo, desde que el italiano asumió la dirección creativa de la marca en enero de 2015.
Le gusta hacer guiños a filósofos, y en esta ocasión escogió a Gilles Deleuze y Félix Guattari , con su trabajo “Capitalismo y esquizofrenia”, desarrollado durante la década de los 70, mientras por la pasarela se veía a las modelos con una descaradamente ecléctica propuesta.
La reflexión del capitalismo que propuso el diseñador llegó de la mano del artista Trouble Andrew, de Nueva York, quien, a pedido del propio Michele, creó prendas supuestamente “falsas” de Gucci, jugando con el logotipo de la marca. Éste, pese a ser verdadero, jugaba con la imitación y, de este modo, se reía de la importancia que los símbolos de lujo han tenido en el look de la gente: lo que estos demuestran a la sociedad, y cómo el negocio de la falsificación ha florecido en una cultura que prefiere adquirir artículos de poca calidad, siempre que parezca de una marca determinada, con tal de aparentar.